Un bombardeo de Israel mata a otros cinco periodistas palestinos en Gaza

Un ataque aéreo israelí ha matado a cinco periodistas de la cadena de televisión por satélite Al Quds, en el centro de la franja de Gaza en la madrugada de este jueves, cuando trabajaban frente al hospital de Al Awda, cerca del campo de refugiados de Nuseirat. En el momento del bombardeo, los informadores se encontraban en el interior de una furgoneta blanca identificada con la palabra “prensa” escrita en rojo, según se aprecia en las imágenes difundidas desde Gaza por el canal palestino con posterioridad al ataque. En total, los bombardeos israelíes de esta noche en esa zona de la Franja han matado a una veintena de personas, contando a los cinco reporteros, y herido a una treintena, según las autoridades sanitarias del territorio palestino ocupado.

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 Los informadores trabajaban para el canal Al Quds, al que las autoridades israelíes vinculan con Hamás, y se encontraban en una furgoneta identificada con la palabra “prensa”  

Un ataque aéreo israelí ha matado a cinco periodistas de la cadena de televisión por satélite Al Quds, en el centro de la franja de Gaza en la madrugada de este jueves, cuando trabajaban frente al hospital de Al Awda, cerca del campo de refugiados de Nuseirat. En el momento del bombardeo, los informadores se encontraban en el interior de una furgoneta blanca identificada con la palabra “prensa” escrita en rojo, según se aprecia en las imágenes difundidas desde Gaza por el canal palestino con posterioridad al ataque. En total, los bombardeos israelíes de esta noche en esa zona de la Franja han matado a una veintena de personas, contando a los cinco periodistas, y herido a una treintena, según las autoridades sanitarias del territorio palestino ocupado.

Israel ha reconocido la autoría de lo que ha descrito como un “ataque selectivo” contra lo que ha llamado “un escuadrón de la organización terrorista Yihad Islámica”. Las autoridades israelíes consideran al canal Al Quds, fundado en 2008, uno de los brazos mediáticos de Hamás.

Los periodistas muertos en el bombardeo han sido identificados por su medio de comunicación como Fadi Hassouna, Ibrahim Al Sheikh Ali, Mohammed Al Ladah, Faisal Abu Al Qumsan y Ayman Al Jadi. Este último, cuya esposa se encontraba ingresada en el centro para dar a luz, había acudido al hospital precisamente para esperar el nacimiento de su primer hijo, según han informado fuentes palestinas y la cadena catarí Al Jazeera.

Tras conocerse la muerte de los cinco periodistas, un comunicado de la oficina de medios del Gobierno de Gaza ha instado a la Federación Internacional de Periodistas, a la Unión de Periodistas Árabes y “a todos los organismos periodísticos del mundo” a que denuncien lo que ha descrito como “crímenes sistemáticos contra periodistas y trabajadores de los medios de comunicación palestinos en Gaza”. El texto “exige” a la comunidad internacional y a esos organismos que “protejan a los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación en Palestina, especialmente en Gaza”, “detengan el genocidio” y enjuicien a sus autores “ante tribunales internacionales”.

Desde el inicio de la ofensiva israelí en el enclave palestino horas después del 7 de octubre de 2023, cuando Hamás y otros grupos armados mataron a unas 1.200 personas y secuestraron a unas 250, Israel se ha negado a permitir el acceso de periodistas internacionales a la Franja en la que, desde ese día, han muerto en ataques de su ejército al menos 45.399 palestinos ―en su mayoría, mujeres y niños―, según los últimos datos de las autoridades sanitarias de la Franja. Solo unos pocos periodistas occidentales han podido entrar desde entonces en el enclave, pero siempre integrados en unidades militares israelíes, con la consiguiente censura de la información.

Ese veto ha dejado a los periodistas palestinos como únicos testigos profesionales de lo que sucede en Gaza, una tarea por la que esos informadores han pagado un alto precio. Con las cinco muertes de este jueves, los ataques israelíes en Gaza han matado ya a 201 periodistas desde que empezó la ofensiva israelí, según datos de la oficina de medios del enclave.

La ONG Comité para la Protección de los Periodistas, basada en Estados Unidos, calcula, por su parte, que los profesionales muertos en ese período “en Gaza, Cisjordania, Israel y Líbano” son al menos 141, mientras que la Federación Internacional de Periodistas aseguró el pasado 10 de diciembre que de los 104 periodistas que han fallecido este año mientras ejercían su labor en todo el mundo, al menos 55 perecieron en Palestina.

Otra organización profesional, Reporteros sin Fronteras (RSF), definió en su informe de 2023 lo que sucede con los trabajadores de los medios de comunicación de Gaza como una “masacre sin precedentes”. En octubre de ese año, con la ofensiva israelí recién iniciada, RSF presentó una denuncia por crímenes de guerra ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) por el asesinato de nueve periodistas palestinos y un israelí, además de la destrucción “deliberada” de los edificios que albergaban a más de 50 medios de comunicación en Gaza. Esa fue la tercera vez desde 2018 que RSF elevaba una denuncia ante el TPI por los crímenes cometidos contra periodistas en la Franja.

El 22 de diciembre de 2023, esa organización presentó una segunda denuncia ante el mismo tribunal por los asesinatos de periodistas que, entonces, contabilizó en 66. RSF pidio además al fiscal de esa instancia judicial internacional que investigara “el conjunto de los asesinatos de periodistas cometidos por parte del ejército israelí desde el 7 de octubre”.

El Derecho Internacional Humanitario, lo que en el pasado se conocía como las leyes de la guerra, otorga a los periodistas que trabajan en conflictos armados la misma protección que a cualquier otro civil, siempre y cuando no participen en las hostilidades. Desde el inicio de los bombardeos y la operación terrestre israelí en Gaza, ese país ha acusado precisamente a diversos periodistas de Gaza de militar en diversos grupos armados e incluso de haber participado directamente en los ataques del 7 de octubre, algo de lo que nunca ha presentado pruebas fehacientes. En octubre, acusó a seis reporteros del canal catarí Al Jazeera en el enclave de pertenecer a Hamás y a la Yihad islámica.

Un periodista gazatí, el corresponsal jefe de Al Jazeera en la Franja, Wael Dahdouh, se convirtió en los primeros meses de la guerra en el símbolo del peligro que entraña para un periodista palestino ejercer en la guerra de Gaza. Pocos días después de estallar la contienda, un bombardeo israelí mató a su esposa, a dos de sus hijos, a un nieto y a otros familiares. Dos meses después, el propio Dahdouh resultó herido en un ataque israelí en el que murió su camarógrafo, Samer Abu Daqqa. En enero, su hijo mayor, Hamza, también periodista, pereció cuando su coche fue blanco de otro ataque.

Otra periodista de Al Jazeera, Shireen Abu Akleh, se había convertido ya en un símbolo incluso antes de que empezara la ofensiva israelí en Gaza. Abu Akleh, que también contaba con la nacionalidad estadounidense, fue asesinada por un disparo de un militar israelí el 11 de mayo de 2022 en Yenín (Cisjordania). Esta periodista, muy popular entre los palestinos, cubría una incursión militar en el campo de refugiados de esa localidad con un casco y un chaleco antibalas identificados como “prensa”. Este crimen sigue impune.

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