“Tengo que enfrentar estas acusaciones y tengo que esclarecerlas”: Francisco Jiménez, exministro de Gobernación
Francisco Jiménez dejará el cargo de ministro de Gobernación y afirmó que luego se entregará a la justicia. El funcionario concedió una entrevista a Prensa Libre, en la que hizo una evaluación de la situación y explicó la forma en que abandona el cargo.

Francisco Jiménez durante una entrevista a Prensa Libre desde la oficina de su casa, un día antes de dejar el cargo como ministro de Gobernación. (Foto Prensa Libre: Rubén Lacan)
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Francisco Jiménez, desde su casa de habitación, en sus últimas horas como ministro del Interior, aseguró que siempre confió en su equipo más cercano y confía también en que el sistema de justicia sabrá garantizarle el derecho de defensa, en relación con la fuga de los 20 reos de la cárcel Fraijanes 2.
Su renuncia se da en medio de la fuga de 20 peligrosos pandilleros del Barrio 18, lo que ha llevado a una investigación penal con señalamientos hacia funcionarios de Gobernación. ¿Cómo ve el escenario? ¿Por qué se entrega a la justicia?
Yo tengo principios, los cuales me inculcaron, y uno de esos es quedarse enfrente a los problemas y desafíos que tenemos como seres humanos. Este es un gran desafío para mí, para poder esclarecer la situación de la que se me acusa, aunque no conozco esa acusación, pero básicamente es por tratar de establecer que hay un cumplimiento de deberes por una línea de mando. Yo tengo mi perspectiva, porque la línea de mando no necesariamente es igual en una institución como la nuestra, donde yo no soy parte de la estructura jerárquica directamente, sino que de la responsabilidad política. Pero estos son temas de carácter más bien legal, que hay que esclarecer.
Lo importante es que no me voy del país. Respeto la decisión de quienes lo hacen. Las condiciones no son las mejores, pero yo creo que es importante enfrentarse a las acusaciones en el marco de un proceso que yo pienso que va a ser y esperaría que sea un proceso bajo las características del Estado de derecho.
Eso significa que enfrentará la justicia y el eventual proceso penal. ¿Confía en el sistema de justicia y sus garantías de defensa?
Si no fuera así, yo voy a presentar legalmente mis consideraciones y los recursos legales que tengo para decirlo, pero creo como ciudadano, como un funcionario público que tiene experiencia desde 2020 en diferentes posiciones de autoridad y de responsabilidad en materia de seguridad e inteligencia, salir no es para mí una opción. Y no es una opción porque, insisto, tengo que enfrentar estas acusaciones y tengo que esclarecerlas. Y esto también es una oportunidad para decirle al pueblo de Guatemala que hay personas que estamos dispuestos a poder enfrentar estas situaciones difíciles y que todos debemos de pensar que es el momento que enfrentemos a estas autoridades judiciales que nos están en este caso, y en mi caso, acusando.
Esta decisión es personal. ¿Qué dijo su equipo?
Hay posiciones encontradas. Yo, en las entrevistas que me han hecho durante estos últimos 21 meses, muchas veces, sobre todo, cuando empezamos con el tema del Infiernito y el aumento de captura de extraditables, siempre me han preguntado si no he tenido amenazas. Claro que las he tenido, de manera indirecta y directa.
Información de inteligencia nos ha dicho, precisamente, identificado amenazas muy concretas. Pero siempre decía yo: es parte del trabajo. Así como un médico que asume riesgos, por ejemplo, en la época del covid, muchos médicos se enfermaron, hasta fallecieron, aceptando el reto de lo que el trabajo implica. Es el mismo caso.
Los que trabajamos en seguridad sabemos que hay un riesgo. Pero las condiciones actuales aumentan el riesgo y la amenaza hacia mi persona. Pero tengo que afrontarlas.
Tengo que generar los mecanismos de seguridad. Si me pregunta si estoy temeroso, por supuesto.
¿Ha analizado todos los escenarios jurídicos posibles?
Hay muchas opciones, hay muchos escenarios legales y jurídicos. Veremos qué pasa, pero siempre hay una opción de que se me dé prisión preventiva. Y en el lugar ideal o no, es siempre un alto riesgo que corre mi vida, pero tengo que afrontarlo.
Hemos demostrado que, con interés, con firmeza, con contundencia, podemos afrontar la criminalidad. Y sería también un mal mensaje a la población el que, porque yo me siento directamente en riesgo, no me presente al juzgado.
¿Cuántos de los guatemaltecos no corren todos los días este riesgo? Muchos. Entonces yo creo que me tocó esta situación, tengo que asumirla y enfrentarla.
Y sobre la fuga. ¿Usted se va asegurando que solo se escaparon 20 reos?
Sí, son efectivamente 20. Siempre hay una probabilidad en cualquier sistema, dado nuestro sistema precario, de algunos márgenes de error. Hasta el momento, con el cuidado que hemos tenido después de lo que sucedió hace 10 días, aproximadamente, hemos estado haciendo conteos en los centros penitenciarios.
Sé que está circulando —y no lo sé porque lo he analizado directamente, sino que por información en las redes sociales— que no solo son los 20, sino que hay hasta 28 que salieron del boquerón. Por el momento no tenemos ninguna evidencia en ese sentido.
¿Durante estos 21 meses, la confianza en su equipo de trabajo sigue igual?
Hay dos tipos de confianza: la confianza del día a día y del trabajo, que está determinada fundamentalmente por los objetivos estratégicos que nos trazamos al inicio del gobierno.
También está la confianza política. Y la confianza política significa confiar en alguien que trabaja con un interés importante, y es el interés por el país y no solo por una agenda personal. —Aunque— es legítimo tener intereses personales, no se puede decir que es legítimo que los intereses personales estén sobre los intereses del país.
También es comprensible que hay un momento en el cual, como sucedió con un viceministro que ingresa —José Portillo— y tiene que entrar en un proceso de conocimiento de la institución, y en determinados momentos de coyuntura, se toma la decisión estratégica también de apoyarlo con otras autoridades para que salga adelante.
Yo lamento mucho el rompimiento, con el viceministro Portillo, un rompimiento que se dio también por razones políticas. Yo no voy a evaluar el tema políticamente, porque es un asunto de él, pero este tipo de situaciones son siempre complejas. El ver agendas personales versus agendas Nación, y a veces uno comete el error de privilegiar lo personal.
¿Con la viceministra Claudia Palencia, que fue su primera viceministra de Seguridad, cómo fue la relación?
Yo tengo, desde el inicio, una confianza total y absoluta, tanto en materia técnica como en materia política. En materia política, porque el compromiso de Claudia Palencia ha sido, no solo en esta posición, sino desde que la conocí, aunque no tuvimos una relación directa, pero la conocí cuando trabajaba en la Fiscalía contra las Extorsiones.
Es quizá para mí, en mi experiencia de trabajo en estos temas, la mujer más valiente que he encontrado. Una mujer que está dispuesta a ir y hacer los allanamientos, y ya lo hacía como fiscal. Por lo tanto, es una mujer. Yo lamento mucho, precisamente porque el país pierde, en estos momentos, en la condición en que está, a alguien que ha dado resultados efectivos.
¿Cómo califica su trabajo en el Ministerio de Gobernación?
Resultados ha habido, éxitos ha habido, en materia de incautación de drogas, en materia de capturas extraditables, en materia de desmantelamiento de estructuras de sicariato, en materia de extorsión, en materia de capturas, es decir, en materia de incautación de armas de fuego. Eso está ahí a la vista porque las estadísticas no engañan.
La crisis empieza, precisamente, cuando las maras y pandillas toman un replanteamiento de su operatividad y nos hacen que la violencia aumente.

¿Cuál fue el plan prioritario de su gestión?
En materia de seguridad, en el ministerio hay tres instituciones que son las más complejas: Policía Nacional Civil, la Dirección de Inteligencia Civil, la Dirección General y el Sistema Penitenciario. Nosotros privilegiamos trabajar duro en el fortalecimiento operativo de la DGICI y de la Policía Nacional Civil. Tuvimos que priorizar, porque no podíamos trabajar todas las instituciones al mismo tiempo y habíamos planificado estratégicamente empezar a trabajar con el sistema penitenciario, pero primero reforzar la presencia de la seguridad en la calle y la búsqueda y anticipación de los movimientos criminales a través de la inteligencia.
¿Por qué no empezar por el Sistema Penitenciario?
Yo no empecé con el sistema penitenciario porque yo asumo esa visión estratégica, porque empezar con el sistema penitenciario con una debilidad tal, siempre pensamos en el riesgo de evasiones. Y si la presencia de la policía en la calle no estaba suficientemente fortalecida, no quiere decir que ya llegamos al objetivo. Falta mucho, pero hay más presencia, hay más actividad, hay más respuesta inmediata, y eso solo se logró porque trabajamos con la Policía.
Las cosas no se pueden lograr resolver en 21 meses, cuando ha sido abandonado el sistema y la seguridad ha sido abandonada institucionalmente por muchos años.
¿Ha analizado qué hay atrás de los problemas en su gestión? ¿Cree que hay intereses políticos?
Yo no tengo evidencia, ni de inteligencia ni de investigación, que me permitan afirmar esto. Yo no hablaría tanto del esquema de partidos políticos, porque eso sería muy complejo. Pero es probable que haya un contubernio o una comunicación de algunos actores políticos. Y esto solo lo veo como posibilidad.
Estoy especulando. Digamos, particularmente, en qué sentido el país está por entrar en un año realmente electoral. Legalmente no es un año electoral, pero en el ambiente ya empiezan a verse las narrativas y las propuestas electorales. Y eso es parte de nuestra dinámica como país, y que yo me esperaría que eso se fortaleciera, porque se fortalece la democracia.
El punto es que la pregunta que yo me hago, sin yo ser experto en análisis electoral, ni mucho menos, la pregunta que yo me hago es: ¿en torno a qué tema va a circular toda la narrativa electoral?
¿Cree que esta crisis será usada con intereses electorales?
Lo que yo especulo es que a muchos políticos les interesaría, o mirarían como un momento muy apreciado para el tema electoral, que hay una crisis del gobierno. Porque, fundamentalmente, la única posibilidad electoralmente que tiene un político para proponer algo en concreto es enfrentarse a una crisis. Pero yo no veo, ni he visto en elecciones anteriores, que el tema de la inversión sea un tema que atraiga en la narrativa electoral; que el desarrollo económico-social sea un tema importante; que el tema de salud y educación lo sea. Pero sí el tema de seguridad.
¿Qué consejo le daría al nuevo ministro de Gobernación y su equipo, desde su experiencia?
Le daría el mismo consejo que yo apliqué cuando tomé posesión del puesto: primero, no es tema de “borrón y cuenta nueva”, particularmente en un gobierno, porque eso tal vez podría ser válido de un gobierno a otro, pero aquí las decisiones estratégicas fueron compartidas con el presidente y fueron formuladas con el presidente.
Conozco al presidente Bernardo Arévalo desde hace muchos años. Compartimos criterios en materia de seguridad. Yo esperaría que la nueva persona, en primer lugar, tenga la apertura de poder sostener esos objetivos estratégicos.
Se debe continuar con la innovación policial, el marco tecnológico y de movilidad que tiene la Policía, y la compra de armas, que se ha atrasado mucho. Si las armas no se compran, lamentablemente, la siguiente promoción —de Policía— que se gradúe no va a tener armas.
También está el tema del Sistema Penitenciario, una iniciativa que se llama Pacto de la Unión Europea con exmagistrados y exmiembros de la Corte Suprema de Justicia de Italia, expertos en el sistema penitenciario, para rediseñar el nuestro.
¿Cómo terminó la relación con EE. UU.?
Nosotros hemos tenido una relación técnica y ahí estamos con ellos. Trabajamos todavía unos días antes de la evasión. Obviamente, fueron muy contundentes con su comunicado con respecto al tema, porque tienen razón. Espero que eso continúe, porque Guatemala sí necesita del apoyo de Estados Unidos en materia de seguridad.
Francisco Jiménez dejará el cargo de ministro de Gobernación y afirmó que luego se entregará a la justicia. El funcionario concedió una entrevista a Prensa Libre, en la que hizo una evaluación de la situación y explicó la forma en que abandona el cargo.
“Tengo que enfrentar estas acusaciones y tengo que esclarecerlas”: Francisco Jiménez, exministro de Gobernación
Francisco Jiménez dejará el cargo de ministro de Gobernación y afirmó que luego se entregará a la justicia. El funcionario concedió una entrevista a Prensa Libre, en la que hizo una evaluación de la situación y explicó la forma en que abandona el cargo.

Francisco Jiménez durante una entrevista a Prensa Libre desde la oficina de su casa, un día antes de dejar el cargo como ministro de Gobernación. (Foto Prensa Libre: Rubén Lacan)
Francisco Jiménez, desde su casa de habitación, en sus últimas horas como ministro del Interior, aseguró que siempre confió en su equipo más cercano y confía también en que el sistema de justicia sabrá garantizarle el derecho de defensa, en relación con la fuga de los 20 reos de la cárcel Fraijanes 2.
Su renuncia se da en medio de la fuga de 20 peligrosos pandilleros del Barrio 18, lo que ha llevado a una investigación penal con señalamientos hacia funcionarios de Gobernación. ¿Cómo ve el escenario? ¿Por qué se entrega a la justicia?
Yo tengo principios, los cuales me inculcaron, y uno de esos es quedarse enfrente a los problemas y desafíos que tenemos como seres humanos. Este es un gran desafío para mí, para poder esclarecer la situación de la que se me acusa, aunque no conozco esa acusación, pero básicamente es por tratar de establecer que hay un cumplimiento de deberes por una línea de mando. Yo tengo mi perspectiva, porque la línea de mando no necesariamente es igual en una institución como la nuestra, donde yo no soy parte de la estructura jerárquica directamente, sino que de la responsabilidad política. Pero estos son temas de carácter más bien legal, que hay que esclarecer.
Lo importante es que no me voy del país. Respeto la decisión de quienes lo hacen. Las condiciones no son las mejores, pero yo creo que es importante enfrentarse a las acusaciones en el marco de un proceso que yo pienso que va a ser y esperaría que sea un proceso bajo las características del Estado de derecho.
Eso significa que enfrentará la justicia y el eventual proceso penal. ¿Confía en el sistema de justicia y sus garantías de defensa?
Si no fuera así, yo voy a presentar legalmente mis consideraciones y los recursos legales que tengo para decirlo, pero creo como ciudadano, como un funcionario público que tiene experiencia desde 2020 en diferentes posiciones de autoridad y de responsabilidad en materia de seguridad e inteligencia, salir no es para mí una opción. Y no es una opción porque, insisto, tengo que enfrentar estas acusaciones y tengo que esclarecerlas. Y esto también es una oportunidad para decirle al pueblo de Guatemala que hay personas que estamos dispuestos a poder enfrentar estas situaciones difíciles y que todos debemos de pensar que es el momento que enfrentemos a estas autoridades judiciales que nos están en este caso, y en mi caso, acusando.
Esta decisión es personal. ¿Qué dijo su equipo?
Hay posiciones encontradas. Yo, en las entrevistas que me han hecho durante estos últimos 21 meses, muchas veces, sobre todo, cuando empezamos con el tema del Infiernito y el aumento de captura de extraditables, siempre me han preguntado si no he tenido amenazas. Claro que las he tenido, de manera indirecta y directa.
Información de inteligencia nos ha dicho, precisamente, identificado amenazas muy concretas. Pero siempre decía yo: es parte del trabajo. Así como un médico que asume riesgos, por ejemplo, en la época del covid, muchos médicos se enfermaron, hasta fallecieron, aceptando el reto de lo que el trabajo implica. Es el mismo caso.
Los que trabajamos en seguridad sabemos que hay un riesgo. Pero las condiciones actuales aumentan el riesgo y la amenaza hacia mi persona. Pero tengo que afrontarlas.
Tengo que generar los mecanismos de seguridad. Si me pregunta si estoy temeroso, por supuesto.
¿Ha analizado todos los escenarios jurídicos posibles?
Hay muchas opciones, hay muchos escenarios legales y jurídicos. Veremos qué pasa, pero siempre hay una opción de que se me dé prisión preventiva. Y en el lugar ideal o no, es siempre un alto riesgo que corre mi vida, pero tengo que afrontarlo.
Hemos demostrado que, con interés, con firmeza, con contundencia, podemos afrontar la criminalidad. Y sería también un mal mensaje a la población el que, porque yo me siento directamente en riesgo, no me presente al juzgado.
¿Cuántos de los guatemaltecos no corren todos los días este riesgo? Muchos. Entonces yo creo que me tocó esta situación, tengo que asumirla y enfrentarla.
Y sobre la fuga. ¿Usted se va asegurando que solo se escaparon 20 reos?
Sí, son efectivamente 20. Siempre hay una probabilidad en cualquier sistema, dado nuestro sistema precario, de algunos márgenes de error. Hasta el momento, con el cuidado que hemos tenido después de lo que sucedió hace 10 días, aproximadamente, hemos estado haciendo conteos en los centros penitenciarios.
Sé que está circulando —y no lo sé porque lo he analizado directamente, sino que por información en las redes sociales— que no solo son los 20, sino que hay hasta 28 que salieron del boquerón. Por el momento no tenemos ninguna evidencia en ese sentido.
¿Durante estos 21 meses, la confianza en su equipo de trabajo sigue igual?
Hay dos tipos de confianza: la confianza del día a día y del trabajo, que está determinada fundamentalmente por los objetivos estratégicos que nos trazamos al inicio del gobierno.
También está la confianza política. Y la confianza política significa confiar en alguien que trabaja con un interés importante, y es el interés por el país y no solo por una agenda personal. —Aunque— es legítimo tener intereses personales, no se puede decir que es legítimo que los intereses personales estén sobre los intereses del país.
También es comprensible que hay un momento en el cual, como sucedió con un viceministro que ingresa —José Portillo— y tiene que entrar en un proceso de conocimiento de la institución, y en determinados momentos de coyuntura, se toma la decisión estratégica también de apoyarlo con otras autoridades para que salga adelante.
Yo lamento mucho el rompimiento, con el viceministro Portillo, un rompimiento que se dio también por razones políticas. Yo no voy a evaluar el tema políticamente, porque es un asunto de él, pero este tipo de situaciones son siempre complejas. El ver agendas personales versus agendas Nación, y a veces uno comete el error de privilegiar lo personal.
¿Con la viceministra Claudia Palencia, que fue su primera viceministra de Seguridad, cómo fue la relación?
Yo tengo, desde el inicio, una confianza total y absoluta, tanto en materia técnica como en materia política. En materia política, porque el compromiso de Claudia Palencia ha sido, no solo en esta posición, sino desde que la conocí, aunque no tuvimos una relación directa, pero la conocí cuando trabajaba en la Fiscalía contra las Extorsiones.
Es quizá para mí, en mi experiencia de trabajo en estos temas, la mujer más valiente que he encontrado. Una mujer que está dispuesta a ir y hacer los allanamientos, y ya lo hacía como fiscal. Por lo tanto, es una mujer. Yo lamento mucho, precisamente porque el país pierde, en estos momentos, en la condición en que está, a alguien que ha dado resultados efectivos.
¿Cómo califica su trabajo en el Ministerio de Gobernación?
Resultados ha habido, éxitos ha habido, en materia de incautación de drogas, en materia de capturas extraditables, en materia de desmantelamiento de estructuras de sicariato, en materia de extorsión, en materia de capturas, es decir, en materia de incautación de armas de fuego. Eso está ahí a la vista porque las estadísticas no engañan.
La crisis empieza, precisamente, cuando las maras y pandillas toman un replanteamiento de su operatividad y nos hacen que la violencia aumente.

¿Cuál fue el plan prioritario de su gestión?
En materia de seguridad, en el ministerio hay tres instituciones que son las más complejas: Policía Nacional Civil, la Dirección de Inteligencia Civil, la Dirección General y el Sistema Penitenciario. Nosotros privilegiamos trabajar duro en el fortalecimiento operativo de la DGICI y de la Policía Nacional Civil. Tuvimos que priorizar, porque no podíamos trabajar todas las instituciones al mismo tiempo y habíamos planificado estratégicamente empezar a trabajar con el sistema penitenciario, pero primero reforzar la presencia de la seguridad en la calle y la búsqueda y anticipación de los movimientos criminales a través de la inteligencia.
¿Por qué no empezar por el Sistema Penitenciario?
Yo no empecé con el sistema penitenciario porque yo asumo esa visión estratégica, porque empezar con el sistema penitenciario con una debilidad tal, siempre pensamos en el riesgo de evasiones. Y si la presencia de la policía en la calle no estaba suficientemente fortalecida, no quiere decir que ya llegamos al objetivo. Falta mucho, pero hay más presencia, hay más actividad, hay más respuesta inmediata, y eso solo se logró porque trabajamos con la Policía.
Las cosas no se pueden lograr resolver en 21 meses, cuando ha sido abandonado el sistema y la seguridad ha sido abandonada institucionalmente por muchos años.
¿Ha analizado qué hay atrás de los problemas en su gestión? ¿Cree que hay intereses políticos?
Yo no tengo evidencia, ni de inteligencia ni de investigación, que me permitan afirmar esto. Yo no hablaría tanto del esquema de partidos políticos, porque eso sería muy complejo. Pero es probable que haya un contubernio o una comunicación de algunos actores políticos. Y esto solo lo veo como posibilidad.
Estoy especulando. Digamos, particularmente, en qué sentido el país está por entrar en un año realmente electoral. Legalmente no es un año electoral, pero en el ambiente ya empiezan a verse las narrativas y las propuestas electorales. Y eso es parte de nuestra dinámica como país, y que yo me esperaría que eso se fortaleciera, porque se fortalece la democracia.
El punto es que la pregunta que yo me hago, sin yo ser experto en análisis electoral, ni mucho menos, la pregunta que yo me hago es: ¿en torno a qué tema va a circular toda la narrativa electoral?
¿Cree que esta crisis será usada con intereses electorales?
Lo que yo especulo es que a muchos políticos les interesaría, o mirarían como un momento muy apreciado para el tema electoral, que hay una crisis del gobierno. Porque, fundamentalmente, la única posibilidad electoralmente que tiene un político para proponer algo en concreto es enfrentarse a una crisis. Pero yo no veo, ni he visto en elecciones anteriores, que el tema de la inversión sea un tema que atraiga en la narrativa electoral; que el desarrollo económico-social sea un tema importante; que el tema de salud y educación lo sea. Pero sí el tema de seguridad.
¿Qué consejo le daría al nuevo ministro de Gobernación y su equipo, desde su experiencia?
Le daría el mismo consejo que yo apliqué cuando tomé posesión del puesto: primero, no es tema de “borrón y cuenta nueva”, particularmente en un gobierno, porque eso tal vez podría ser válido de un gobierno a otro, pero aquí las decisiones estratégicas fueron compartidas con el presidente y fueron formuladas con el presidente.
Conozco al presidente Bernardo Arévalo desde hace muchos años. Compartimos criterios en materia de seguridad. Yo esperaría que la nueva persona, en primer lugar, tenga la apertura de poder sostener esos objetivos estratégicos.
Se debe continuar con la innovación policial, el marco tecnológico y de movilidad que tiene la Policía, y la compra de armas, que se ha atrasado mucho. Si las armas no se compran, lamentablemente, la siguiente promoción —de Policía— que se gradúe no va a tener armas.
También está el tema del Sistema Penitenciario, una iniciativa que se llama Pacto de la Unión Europea con exmagistrados y exmiembros de la Corte Suprema de Justicia de Italia, expertos en el sistema penitenciario, para rediseñar el nuestro.
¿Cómo terminó la relación con EE. UU.?
Nosotros hemos tenido una relación técnica y ahí estamos con ellos. Trabajamos todavía unos días antes de la evasión. Obviamente, fueron muy contundentes con su comunicado con respecto al tema, porque tienen razón. Espero que eso continúe, porque Guatemala sí necesita del apoyo de Estados Unidos en materia de seguridad.
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