Renovación 1: la cárcel de máxima seguridad que sigue enfrentando incidentes de corrupción y violencia

Renovación 1

Guatemala

Renovación 1: la cárcel de máxima seguridad que sigue enfrentando incidentes de corrupción y violencia

La cárcel, inaugurada como de máxima seguridad, ha registrado dos motines, hallazgos de teléfonos usados para extorsionar y una considerable suma de dinero en efectivo. Analistas urgen construir nuevas prisiones y depurar al personal.

Renovación 1

Fachada de la cárcel Renovación 1, ubicada en Escuintla. (Foto Prensa Libre: cortesía)


Foto:

A menos de un año de su inauguración como cárcel modelo de máxima seguridad, el centro de detención Renovación 1, en Escuintla, vuelve a ser foco de controversia. En la prisión, construida sobre los cimientos de la antigua cárcel conocida como “El Infiernito”, no se ha logrado erradicar los vicios del pasado. En el 2025 se han registrado dos motines, se han decomisado teléfonos usados para extorsionar y este martes se reveló que un recluso tenía Q200 mil en efectivo dentro del penal.

El 15 de junio pasado, las alertas se encendieron cuando un grupo de reclusos amotinados tomó como rehenes a sus propias visitas. La exigencia era clara: querían recuperar los privilegios que habían perdido desde el cierre de El Infiernito. Según reportes oficiales, estas exigencias incluían libertad para extorsionar, intimidar y ejercer control territorial dentro y fuera de la prisión, actividades que las autoridades pretendían eliminar con la reestructuración del sistema penitenciario.

A raíz del motín, el Ministerio Público (MP) y la Policía Nacional Civil (PNC) ejecutaron una requisa en la que localizaron dos teléfonos celulares que habían sido utilizados durante al menos seis meses para coordinar extorsiones desde el interior de Renovación 1. Las investigaciones también llevaron a la captura de un guardia penitenciario y de un reo, señalados de integrar una red delictiva que operaba desde la cárcel. Estas revelaciones derrumbaron el discurso oficial de que se había sellado el paso de dispositivos ilícitos al penal.

Las autoridades han admitido que parte del personal penitenciario es vulnerable a sobornos y anunciaron una reingeniería en los protocolos de seguridad para depurar la institución.

El 1 de agosto último, un grupo de reos se amotinó en esa cárcel, horas después del traslado de 10 cabecillas de las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha. Este martes 5 de agosto, en medio de una nueva requisa, las autoridades le incautaron Q192 mil en efectivo a Jorge Yahir de León Hernández, alias “El Diabólico”, cabecilla de la Mara Salvatrucha. El recluso, alojado en el sector de aislamiento, tenía el dinero dentro de una mochila.

En el 2016, alias “El Diabólico” fue sentenciado a 168 años de prisión por haber ordenado el asesinato de cuatro personas, cuyos cuerpos decapitados fueron abandonados frente al Congreso de la República, el centro comercial Tikal Futura, la colonia Lavarreda, zona 18, y la colonia La Paz, zona 4 de Villa Nueva.

Faltan construcciones

Juvell de León, quien fue director del Sistema Penitenciario entre el 2016 y abril del 2018, señala que varios proyectos penitenciarios han sufrido retrasos, incluida la construcción de cárceles de máxima seguridad, debido a la falta de voluntad de los poderes del Estado: Organismo Judicial, Ejecutivo y Legislativo.

Según explica, un caso similar ocurrió con las cárceles Fraijanes 1 y 2, que sufrieron daños durante un motín, lo cual derivó en procesos penales contra autoridades del sistema y contra la empresa constructora, debido a que las investigaciones concluyeron que los inmuebles no fueron edificados adecuadamente.

De León considera que no basta con remodelaciones, sino que se requiere una nueva infraestructura carcelaria. De lo contrario —advierte— otros protocolos de seguridad seguirán fallando. Añade que deben reforzarse los controles durante las visitas de familiares y abogados, y evitar el ingreso de personas sin relación directa con los reclusos. También sugiere establecer registros precisos de horarios y accesos.

“Antes de trasladar a los internos, se debieron afinar los protocolos y ahora deben deducir responsabilidades, tanto a los guardias como al director del centro”, puntualiza.

“Es una bomba de tiempo tenerlos juntos allí. Se requiere planificación para que no se fuguen”, advierte.

Por su parte, Eddy Morales, exdirector del Sistema Penitenciario, coincide en que el principal problema de Renovación 1 es que se optó por una remodelación en lugar de una construcción nueva.

“En Guatemala no existen cárceles de máxima seguridad bajo estándares internacionales”, señala.

Morales también critica que no se haya hecho una selección rigurosa del personal asignado a ese centro. Asegura que se eligió a personal antiguo o se aplicaron procesos inadecuados de selección, lo que contribuye a la pérdida del control interno.

“La corrupción está tan enraizada que será muy difícil erradicarla si no se implementa un verdadero plan de depuración”, afirmó.

Las últimas cárceles construidas en el país fueron Fraijanes 1 y 2, entre finales de los años noventa y principios del 2000. Ambas fueron remodeladas en el 2009. Desde entonces, no se han edificado nuevos centros bajo estándares de seguridad de alto nivel.

Reseña

El Infiernito, ubicado a 70 kilómetros de la ciudad, fue cerrado entre cuestionamientos por descontrol y corrupción intramuros. Tras intensas requisas y un cierre parcial en junio del 2024, fue renovado y reabierto en noviembre con el nombre de Renovación 1. Hoy opera con medidas de seguridad reforzadas, aunque sigue enfrentando retos por actividades ilícitas internas detectadas incluso después de su remodelación. Las autoridades de Gobernación prometen que, antes de que finalice esta administración gubernamental, se construirán Renovación 2 y 3.

Durante una requisa en el 2024, en la todavía cárcel de El Infiernito, las autoridades penitenciarias hallaron animales salvajes como cocodrilos y zorros; electrodomésticos, consolas de videojuegos, internet ilegal vía fibra óptica, áreas exclusivas como departamentos de lujo, armas, dinero y licores. Ese mismo mes comenzó el traslado de unos 130 reclusos del Barrio 18. En su etapa como El Infiernito, albergaba a unos 225 reos del Barrio 18, de alta peligrosidad.

Según las autoridades, dicha prisión cuenta con escáneres de rayos X en los accesos para la detección de objetos y personas, y con circuito cerrado de videovigilancia. También se habilitaron áreas separadas para audiencias virtuales, clínica médica y áreas de comedor.

Publicación

En la red social X, el ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, calificó la incautación de los Q192 mil como “un golpe certero a las capacidades financieras de las pandillas”. El funcionario dijo que con el efectivo los pandilleros pretendían sobornar, comprar voluntades, manipular custodios y someter a otros privados de libertad.

“Esta incautación no fue casualidad; fue el resultado de un plan estructurado, diseñado y ejecutado desde hace semanas. Teníamos claro que estos criminales no iban a renunciar fácilmente a su poder”, refirió.

Agregó: Sabíamos que el dinero sería su principal herramienta para recuperar el control, para debilitar el sistema desde adentro, para mantener su dominio a punta de corrupción. Y actuamos antes de que lo lograran”.

En la publicación, el funcionario no descarta reacciones en las calles, pero asegura que la inteligencia civil las anticipa.

“Alrededor del 70% de los crímenes que se están registrando son dentro de las estructuras mismas, producto de su descomposición interna y de las luchas por el poder”, enfatizó.

Jorge Yahir de León Hernández, alias “El Diabólico”

Pertenece a la clica Coronados Locos Salvatrucha. En el 2016 fue sentenciado a 168 años de prisión por haber ordenado el asesinato de cuatro personas, cuyos cuerpos decapitados fueron abandonados frente al Congreso de la República, el centro comercial Tikal Futura, la colonia Lavarreda,zona 18 y la colonia La Paz, zona 4 de Villa Nueva.

Es considerado el máximo cabecilla de la Mara Salvatrucha en Guatemala. Dirige el consejo de los nueve y tiene el control de las 43 clicas que integran esta estructura criminal. Se le atribuye haber ordenado ejecuciones como el caso de las cabezas en el 2010, atentados contra el Sistema Penitenciario en el 2014 y el ataque en el Hospital General San Juan de Dios en el 2013, entre otros.

 La cárcel, inaugurada como de máxima seguridad, ha registrado dos motines, hallazgos de teléfonos usados para extorsionar y una considerable suma de dinero en efectivo. Analistas urgen construir nuevas prisiones y depurar al personal.  

Guatemala

Renovación 1: la cárcel de máxima seguridad que sigue enfrentando incidentes de corrupción y violencia

La cárcel, inaugurada como de máxima seguridad, ha registrado dos motines, hallazgos de teléfonos usados para extorsionar y una considerable suma de dinero en efectivo. Analistas urgen construir nuevas prisiones y depurar al personal.

Renovación 1

Fachada de la cárcel Renovación 1, ubicada en Escuintla. (Foto Prensa Libre: cortesía)

A menos de un año de su inauguración como cárcel modelo de máxima seguridad, el centro de detención Renovación 1, en Escuintla, vuelve a ser foco de controversia. En la prisión, construida sobre los cimientos de la antigua cárcel conocida como “El Infiernito”, no se ha logrado erradicar los vicios del pasado. En el 2025 se han registrado dos motines, se han decomisado teléfonos usados para extorsionar y este martes se reveló que un recluso tenía Q200 mil en efectivo dentro del penal.

El 15 de junio pasado, las alertas se encendieron cuando un grupo de reclusos amotinados tomó como rehenes a sus propias visitas. La exigencia era clara: querían recuperar los privilegios que habían perdido desde el cierre de El Infiernito. Según reportes oficiales, estas exigencias incluían libertad para extorsionar, intimidar y ejercer control territorial dentro y fuera de la prisión, actividades que las autoridades pretendían eliminar con la reestructuración del sistema penitenciario.

A raíz del motín, el Ministerio Público (MP) y la Policía Nacional Civil (PNC) ejecutaron una requisa en la que localizaron dos teléfonos celulares que habían sido utilizados durante al menos seis meses para coordinar extorsiones desde el interior de Renovación 1. Las investigaciones también llevaron a la captura de un guardia penitenciario y de un reo, señalados de integrar una red delictiva que operaba desde la cárcel. Estas revelaciones derrumbaron el discurso oficial de que se había sellado el paso de dispositivos ilícitos al penal.

Las autoridades han admitido que parte del personal penitenciario es vulnerable a sobornos y anunciaron una reingeniería en los protocolos de seguridad para depurar la institución.

El 1 de agosto último, un grupo de reos se amotinó en esa cárcel, horas después del traslado de 10 cabecillas de las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha. Este martes 5 de agosto, en medio de una nueva requisa, las autoridades le incautaron Q192 mil en efectivo a Jorge Yahir de León Hernández, alias “El Diabólico”, cabecilla de la Mara Salvatrucha. El recluso, alojado en el sector de aislamiento, tenía el dinero dentro de una mochila.

En el 2016, alias “El Diabólico” fue sentenciado a 168 años de prisión por haber ordenado el asesinato de cuatro personas, cuyos cuerpos decapitados fueron abandonados frente al Congreso de la República, el centro comercial Tikal Futura, la colonia Lavarreda, zona 18, y la colonia La Paz, zona 4 de Villa Nueva.

Faltan construcciones

Juvell de León, quien fue director del Sistema Penitenciario entre el 2016 y abril del 2018, señala que varios proyectos penitenciarios han sufrido retrasos, incluida la construcción de cárceles de máxima seguridad, debido a la falta de voluntad de los poderes del Estado: Organismo Judicial, Ejecutivo y Legislativo.

Según explica, un caso similar ocurrió con las cárceles Fraijanes 1 y 2, que sufrieron daños durante un motín, lo cual derivó en procesos penales contra autoridades del sistema y contra la empresa constructora, debido a que las investigaciones concluyeron que los inmuebles no fueron edificados adecuadamente.

De León considera que no basta con remodelaciones, sino que se requiere una nueva infraestructura carcelaria. De lo contrario —advierte— otros protocolos de seguridad seguirán fallando. Añade que deben reforzarse los controles durante las visitas de familiares y abogados, y evitar el ingreso de personas sin relación directa con los reclusos. También sugiere establecer registros precisos de horarios y accesos.

“Antes de trasladar a los internos, se debieron afinar los protocolos y ahora deben deducir responsabilidades, tanto a los guardias como al director del centro”, puntualiza.

“Es una bomba de tiempo tenerlos juntos allí. Se requiere planificación para que no se fuguen”, advierte.

Por su parte, Eddy Morales, exdirector del Sistema Penitenciario, coincide en que el principal problema de Renovación 1 es que se optó por una remodelación en lugar de una construcción nueva.

“En Guatemala no existen cárceles de máxima seguridad bajo estándares internacionales”, señala.

Morales también critica que no se haya hecho una selección rigurosa del personal asignado a ese centro. Asegura que se eligió a personal antiguo o se aplicaron procesos inadecuados de selección, lo que contribuye a la pérdida del control interno.

“La corrupción está tan enraizada que será muy difícil erradicarla si no se implementa un verdadero plan de depuración”, afirmó.

Las últimas cárceles construidas en el país fueron Fraijanes 1 y 2, entre finales de los años noventa y principios del 2000. Ambas fueron remodeladas en el 2009. Desde entonces, no se han edificado nuevos centros bajo estándares de seguridad de alto nivel.

Reseña

El Infiernito, ubicado a 70 kilómetros de la ciudad, fue cerrado entre cuestionamientos por descontrol y corrupción intramuros. Tras intensas requisas y un cierre parcial en junio del 2024, fue renovado y reabierto en noviembre con el nombre de Renovación 1. Hoy opera con medidas de seguridad reforzadas, aunque sigue enfrentando retos por actividades ilícitas internas detectadas incluso después de su remodelación. Las autoridades de Gobernación prometen que, antes de que finalice esta administración gubernamental, se construirán Renovación 2 y 3.

Durante una requisa en el 2024, en la todavía cárcel de El Infiernito, las autoridades penitenciarias hallaron animales salvajes como cocodrilos y zorros; electrodomésticos, consolas de videojuegos, internet ilegal vía fibra óptica, áreas exclusivas como departamentos de lujo, armas, dinero y licores. Ese mismo mes comenzó el traslado de unos 130 reclusos del Barrio 18. En su etapa como El Infiernito, albergaba a unos 225 reos del Barrio 18, de alta peligrosidad.

Según las autoridades, dicha prisión cuenta con escáneres de rayos X en los accesos para la detección de objetos y personas, y con circuito cerrado de videovigilancia. También se habilitaron áreas separadas para audiencias virtuales, clínica médica y áreas de comedor.

Publicación

En la red social X, el ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, calificó la incautación de los Q192 mil como “un golpe certero a las capacidades financieras de las pandillas”. El funcionario dijo que con el efectivo los pandilleros pretendían sobornar, comprar voluntades, manipular custodios y someter a otros privados de libertad.

“Esta incautación no fue casualidad; fue el resultado de un plan estructurado, diseñado y ejecutado desde hace semanas. Teníamos claro que estos criminales no iban a renunciar fácilmente a su poder”, refirió.

Agregó: Sabíamos que el dinero sería su principal herramienta para recuperar el control, para debilitar el sistema desde adentro, para mantener su dominio a punta de corrupción. Y actuamos antes de que lo lograran”.

En la publicación, el funcionario no descarta reacciones en las calles, pero asegura que la inteligencia civil las anticipa.

“Alrededor del 70% de los crímenes que se están registrando son dentro de las estructuras mismas, producto de su descomposición interna y de las luchas por el poder”, enfatizó.

Jorge Yahir de León Hernández, alias “El Diabólico”

Pertenece a la clica Coronados Locos Salvatrucha. En el 2016 fue sentenciado a 168 años de prisión por haber ordenado el asesinato de cuatro personas, cuyos cuerpos decapitados fueron abandonados frente al Congreso de la República, el centro comercial Tikal Futura, la colonia Lavarreda,zona 18 y la colonia La Paz, zona 4 de Villa Nueva.

Es considerado el máximo cabecilla de la Mara Salvatrucha en Guatemala. Dirige el consejo de los nueve y tiene el control de las 43 clicas que integran esta estructura criminal. Se le atribuye haber ordenado ejecuciones como el caso de las cabezas en el 2010, atentados contra el Sistema Penitenciario en el 2014 y el ataque en el Hospital General San Juan de Dios en el 2013, entre otros.

ESCRITO POR:
José Manuel Patzán
Periodista de Prensa Libre especializado en temas de seguridad, con 18 años de experiencia en periodismo escrito, radial y televisivo. Reconocido con el premio Periodista del Año de Prensa Libre en 2016.

 Prensa Libre | Guatemala

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