Qué es Inteligencia Artificial y cómo funciona
El auge de la inteligencia artificial redefine la forma en que trabajamos, nos comunicamos y tomamos decisiones, con beneficios, riesgos y desafíos éticos.

La IA permite a las máquinas aprender de datos y tomar decisiones como los humanos, sin necesidad de descanso ni interrupciones. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)
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ChatGPT, Copilot, Gemini y DeepSeek son algunas de las herramientas de inteligencia artificial (IA) que se han popularizado en los últimos años.
El autor Lasse Rouhiainen, en su libro Inteligencia artificial: 101 cosas que debes saber hoy sobre nuestro futuro, define esta tecnología como “la capacidad de las máquinas para usar algoritmos, aprender de los datos y utilizar lo aprendido en la toma de decisiones, tal y como lo haría un ser humano”.
Rouhiainen señala que, a diferencia de los humanos, los dispositivos que emplean IA no necesitan descansar y pueden analizar grandes volúmenes de información de manera simultánea, hasta asumir funciones que antes eran exclusivas de la mente humana.
A esta definición, la plataforma de Google Claude añade que la IA “es un conjunto de tecnologías que permiten que las computadoras realicen una variedad de funciones avanzadas, incluida la capacidad de ver, comprender y traducir lenguaje hablado y escrito, analizar datos, hacer recomendaciones y mucho más”.
Según esta plataforma, la IA es un campo amplio que incluye disciplinas como:
- Informática
- Análisis y estadística de datos
- Ingeniería de hardware y software
- Lingüística
- Neurociencia
- Filosofía y psicología
Otro atractivo de la IA es que la proporción de errores es significativamente menor en las máquinas que en sus contrapartes humanas al momento de realizar una misma tarea.
Sin embargo, al hablar de la IA es crucial abordar la transparencia y la responsabilidad, pues los algoritmos pueden perpetuar sesgos y desinformación si no se diseñan y supervisan adecuadamente. Al final, los algoritmos aprenden y replican patrones, lo que también pone en riesgo la calidad y autenticidad de los contenidos.
¿Cuál es el origen de la IA?
El concepto de inteligencia artificial fue formulado por John McCarthy en 1956, durante la Conferencia de Dartmouth, donde se planteó la posibilidad de crear máquinas capaces de razonar como los humanos.
No obstante, según un artículo del Gobierno de España, sus fundamentos teóricos ya se desarrollaban desde la década de 1940, con aportes de Norbert Wiener y John von Neumann, quienes trabajaron en teorías sobre sistemas y computación.
La ciencia ficción también desempeñó un papel clave en la evolución del concepto, al introducir desde los años veinte la idea de robots y máquinas inteligentes en libros y películas, que luego se integraron a la cultura popular.
Aunque existen tecnologías inteligentes desde hace más de medio siglo, el progreso acelerado de la IA ha sido impulsado por el aumento de la capacidad de cómputo, el acceso a grandes volúmenes de datos y la creación de nuevos algoritmos.
Cómo funciona la Inteligencia Artificial
En el artículo publicado por el Gobierno de España se explica que la IA “utiliza algoritmos y modelos matemáticos para procesar grandes cantidades de datos y tomar decisiones basadas en patrones y reglas establecidas a través del aprendizaje automático”. De esta manera, la IA puede mejorar su precisión y eficiencia con el tiempo.
Además, de acuerdo con la información proporcionada por Google Claude, aunque las técnicas de inteligencia artificial pueden diferir, todas comparten un principio clave: el aprendizaje a partir de datos. Al analizar grandes volúmenes de información, los sistemas de IA detectan patrones y relaciones que podrían pasar inadvertidos para los humanos.
Este aprendizaje se sustenta en algoritmos, que son conjuntos de instrucciones que permiten a la IA analizar datos y tomar decisiones.
¿Cómo hablar con la IA?
Para “hablar” con una herramienta de inteligencia artificial y lograr que ejecute exactamente la acción que deseamos, la clave está en el prompt, es decir, la manera en que formulamos nuestras preguntas o instrucciones.
Un prompt es la forma en que nos comunicamos con los modelos de lenguaje de inteligencia artificial.
En un artículo publicado por Prensa Libre, el director del posgrado en Inteligencia Artificial de la Universidad Galileo, Alí Lemus, define un prompt como “la manera en que se le habla a la IA para acceder al conocimiento que ya posee”.
Un prompt correcto reduce el riesgo de que la IA “alucine” o genere información incorrecta.

Riesgos de la Inteligencia Artificial
Varios autores y sectores discuten cómo la inteligencia artificial y las tecnologías digitales están transformando la realidad, planteando preguntas fundamentales sobre ética y gobernanza de la información. Se enfatiza la necesidad de adoptar un enfoque ético para garantizar que estas nuevas tecnologías beneficien a la sociedad en su conjunto.
Según los retos y preocupaciones planteados en un artículo del Gobierno de España, destacan los siguientes:
- Los algoritmos de inteligencia artificial pueden presentar sesgos si se entrenan con datos incompletos o no representativos.
- Existe el riesgo de que la IA se utilice con fines maliciosos, como la guerra cibernética o la manipulación de la opinión pública.
- La automatización mediante IA podría reemplazar a trabajadores en diversos sectores, con posibles efectos negativos en la economía.
- La IA plantea dilemas éticos relacionados con la privacidad, la seguridad y la responsabilidad en la toma de decisiones.
El auge de la inteligencia artificial redefine la forma en que trabajamos, nos comunicamos y tomamos decisiones, con beneficios, riesgos y desafíos éticos.
Qué es Inteligencia Artificial y cómo funciona
El auge de la inteligencia artificial redefine la forma en que trabajamos, nos comunicamos y tomamos decisiones, con beneficios, riesgos y desafíos éticos.

La IA permite a las máquinas aprender de datos y tomar decisiones como los humanos, sin necesidad de descanso ni interrupciones. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)
ChatGPT, Copilot, Gemini y DeepSeek son algunas de las herramientas de inteligencia artificial (IA) que se han popularizado en los últimos años.
El autor Lasse Rouhiainen, en su libro Inteligencia artificial: 101 cosas que debes saber hoy sobre nuestro futuro, define esta tecnología como “la capacidad de las máquinas para usar algoritmos, aprender de los datos y utilizar lo aprendido en la toma de decisiones, tal y como lo haría un ser humano”.
Rouhiainen señala que, a diferencia de los humanos, los dispositivos que emplean IA no necesitan descansar y pueden analizar grandes volúmenes de información de manera simultánea, hasta asumir funciones que antes eran exclusivas de la mente humana.
A esta definición, la plataforma de Google Claude añade que la IA “es un conjunto de tecnologías que permiten que las computadoras realicen una variedad de funciones avanzadas, incluida la capacidad de ver, comprender y traducir lenguaje hablado y escrito, analizar datos, hacer recomendaciones y mucho más”.
Según esta plataforma, la IA es un campo amplio que incluye disciplinas como:
- Informática
- Análisis y estadística de datos
- Ingeniería de hardware y software
- Lingüística
- Neurociencia
- Filosofía y psicología
Otro atractivo de la IA es que la proporción de errores es significativamente menor en las máquinas que en sus contrapartes humanas al momento de realizar una misma tarea.
Sin embargo, al hablar de la IA es crucial abordar la transparencia y la responsabilidad, pues los algoritmos pueden perpetuar sesgos y desinformación si no se diseñan y supervisan adecuadamente. Al final, los algoritmos aprenden y replican patrones, lo que también pone en riesgo la calidad y autenticidad de los contenidos.
¿Cuál es el origen de la IA?
El concepto de inteligencia artificial fue formulado por John McCarthy en 1956, durante la Conferencia de Dartmouth, donde se planteó la posibilidad de crear máquinas capaces de razonar como los humanos.
No obstante, según un artículo del Gobierno de España, sus fundamentos teóricos ya se desarrollaban desde la década de 1940, con aportes de Norbert Wiener y John von Neumann, quienes trabajaron en teorías sobre sistemas y computación.
La ciencia ficción también desempeñó un papel clave en la evolución del concepto, al introducir desde los años veinte la idea de robots y máquinas inteligentes en libros y películas, que luego se integraron a la cultura popular.
Aunque existen tecnologías inteligentes desde hace más de medio siglo, el progreso acelerado de la IA ha sido impulsado por el aumento de la capacidad de cómputo, el acceso a grandes volúmenes de datos y la creación de nuevos algoritmos.
Cómo funciona la Inteligencia Artificial
En el artículo publicado por el Gobierno de España se explica que la IA “utiliza algoritmos y modelos matemáticos para procesar grandes cantidades de datos y tomar decisiones basadas en patrones y reglas establecidas a través del aprendizaje automático”. De esta manera, la IA puede mejorar su precisión y eficiencia con el tiempo.
Además, de acuerdo con la información proporcionada por Google Claude, aunque las técnicas de inteligencia artificial pueden diferir, todas comparten un principio clave: el aprendizaje a partir de datos. Al analizar grandes volúmenes de información, los sistemas de IA detectan patrones y relaciones que podrían pasar inadvertidos para los humanos.
Este aprendizaje se sustenta en algoritmos, que son conjuntos de instrucciones que permiten a la IA analizar datos y tomar decisiones.
¿Cómo hablar con la IA?
Para “hablar” con una herramienta de inteligencia artificial y lograr que ejecute exactamente la acción que deseamos, la clave está en el prompt, es decir, la manera en que formulamos nuestras preguntas o instrucciones.
Un prompt es la forma en que nos comunicamos con los modelos de lenguaje de inteligencia artificial.
En un artículo publicado por Prensa Libre, el director del posgrado en Inteligencia Artificial de la Universidad Galileo, Alí Lemus, define un prompt como “la manera en que se le habla a la IA para acceder al conocimiento que ya posee”.
Un prompt correcto reduce el riesgo de que la IA “alucine” o genere información incorrecta.

Riesgos de la Inteligencia Artificial
Varios autores y sectores discuten cómo la inteligencia artificial y las tecnologías digitales están transformando la realidad, planteando preguntas fundamentales sobre ética y gobernanza de la información. Se enfatiza la necesidad de adoptar un enfoque ético para garantizar que estas nuevas tecnologías beneficien a la sociedad en su conjunto.
Según los retos y preocupaciones planteados en un artículo del Gobierno de España, destacan los siguientes:
- Los algoritmos de inteligencia artificial pueden presentar sesgos si se entrenan con datos incompletos o no representativos.
- Existe el riesgo de que la IA se utilice con fines maliciosos, como la guerra cibernética o la manipulación de la opinión pública.
- La automatización mediante IA podría reemplazar a trabajadores en diversos sectores, con posibles efectos negativos en la economía.
- La IA plantea dilemas éticos relacionados con la privacidad, la seguridad y la responsabilidad en la toma de decisiones.
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