¿Por qué hay personas que opinan de todo y creen saberlo todo? Esto dice la psicología

Salud y Familia

¿Por qué hay personas que opinan de todo y creen saberlo todo? Esto dice la psicología

Las inseguridades de muchas personas suelen aflorar al hablar. Psicólogos explican los temores que se ocultan detrás de la necesidad de opinar o de relacionarse con todos.

Las personas que tienen a opinar en todos los temas puede que estén escondiendo sus inseguridades según psicólogos. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)


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Existen personas que, en las conversaciones, tienden a dominar la charla, y otras que buscan integrarse a la plática con poca experiencia o conocimiento del asunto. La necesidad de opinar está relacionada con la autoestima y con vacíos emocionales no resueltos.

Gabriela Escobar, terapeuta, destaca que detrás de esa necesidad se esconden miedos vinculados con la autoestima, ya que, en algunos casos, hay quienes requieren la valoración o aprobación de los demás para sentirse respetados o valorados.

La inseguridad y el miedo a parecer poco inteligentes o interesantes frente a un grupo pueden llevar a las personas a intervenir en toda charla. Esa actitud los coloca en el foco de sus propias inseguridades, dice Ximena Fuentes, psicóloga clínica y terapeuta de pareja.

En algunos casos, la experta señala que el deseo de participar en todas las conversaciones puede estar relacionado con el temor a ser excluidos o a no coincidir con un grupo, situación que podría tener su origen en vivencias de la infancia.

Fuentes detalla que este comportamiento refleja diversos mecanismos emocionales, rasgos de personalidad y defensas psicológicas.

“Este comportamiento suele indicar una necesidad de validación, una baja autoestima camuflada o un deseo de control y protagonismo”, reflexiona la especialista.

Uno de los aspectos que resalta Fuentes es que no siempre quienes opinan sobre todo actúan con mala intención; muchas veces ni siquiera son conscientes de ello y pueden estar respondiendo a varios detonantes:

  1. Necesidad de reconocimiento o validación externa
    Este mecanismo se activa cuando las personas buscan ser vistas como inteligentes, útiles o relevantes. Puede originarse en un entorno en el que el valor personal está condicionado a la percepción del “conocimiento” que se proyecta.
  2. Miedo al rechazo o a la irrelevancia
    Opinar les permite a algunas personas evitar la sensación de ser ignoradas o quedar fuera. Más que temer al olvido, temen no ser tomadas en cuenta, lo cual nace del deseo de pertenecer.
  3. Inseguridad intelectual
    Una de las mayores inseguridades es que se descubra que no dominan un tema. Aunque aparenten saber mucho, en el fondo dudan de sus capacidades y lo compensan opinando de forma excesiva. Esta actitud es una defensa ante el temor a parecer ignorantes.
  4. Narcisismo encubierto o rasgos egocéntricos
    La necesidad de proyectar una imagen de saberlo todo puede derivar de una autoimagen inflada o de una fuerte necesidad de admiración. Aunque no siempre son narcisistas clínicos, algunos presentan esa tendencia.
  5. Dificultad para tolerar la incertidumbre o el silencio
    Hay quienes experimentan ansiedad ante el silencio o ante la falta de respuestas, y por eso opinan sin tener bases sólidas, impulsados por sus temores.
  6. Falta de conciencia emocional o autorreflexión
    Algunas personas no comprenden cómo afectan a los demás ni reconocen qué las impulsa realmente a hablar de todo, explica Fuentes.

Miedos e inseguridades comunes:

  • Temor a ser vistos como ignorantes o poco capaces.
  • Inseguridad respecto de su valor si no sobresalen.
  • Miedo a ser excluidos o ignorados.
  • Dificultad para aceptar que no todo se sabe ni se controla.

Consecuencias de este comportamiento:

Fuentes detalla que esta conducta puede provocar distintos problemas en la vida diaria:

  1. Relaciones superficiales o tensas: las personas cercanas pueden sentirse invalidadas o cansadas de no poder expresarse.
  2. Resistencia al aprendizaje real: al creer que lo saben todo, se cierran a nuevas ideas o correcciones.
  3. Autoimagen frágil: frente a alguien que sabe más o los contradice, pueden reaccionar con ira o negación.
  4. Falsa confianza: se trata más de una fachada que de una verdadera seguridad interior.

Finalmente, los expertos recomiendan la psicoterapia (individual o grupal) para explorar la raíz de estas inseguridades, así como técnicas de autoconciencia como el mindfulness y la autoobservación emocional. También sugieren practicar la humildad intelectual y aprender a decir “no sé” sin temor a perder valor.

 Las inseguridades de muchas personas suelen aflorar al hablar. Psicólogos explican los temores que se ocultan detrás de la necesidad de opinar o de relacionarse con todos.  

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¿Por qué hay personas que opinan de todo y creen saberlo todo? Esto dice la psicología

Las inseguridades de muchas personas suelen aflorar al hablar. Psicólogos explican los temores que se ocultan detrás de la necesidad de opinar o de relacionarse con todos.

Las personas que tienen a opinar en todos los temas puede que estén escondiendo sus inseguridades según psicólogos. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Existen personas que, en las conversaciones, tienden a dominar la charla, y otras que buscan integrarse a la plática con poca experiencia o conocimiento del asunto. La necesidad de opinar está relacionada con la autoestima y con vacíos emocionales no resueltos.

Gabriela Escobar, terapeuta, destaca que detrás de esa necesidad se esconden miedos vinculados con la autoestima, ya que, en algunos casos, hay quienes requieren la valoración o aprobación de los demás para sentirse respetados o valorados.

La inseguridad y el miedo a parecer poco inteligentes o interesantes frente a un grupo pueden llevar a las personas a intervenir en toda charla. Esa actitud los coloca en el foco de sus propias inseguridades, dice Ximena Fuentes, psicóloga clínica y terapeuta de pareja.

En algunos casos, la experta señala que el deseo de participar en todas las conversaciones puede estar relacionado con el temor a ser excluidos o a no coincidir con un grupo, situación que podría tener su origen en vivencias de la infancia.

Fuentes detalla que este comportamiento refleja diversos mecanismos emocionales, rasgos de personalidad y defensas psicológicas.

“Este comportamiento suele indicar una necesidad de validación, una baja autoestima camuflada o un deseo de control y protagonismo”, reflexiona la especialista.

Uno de los aspectos que resalta Fuentes es que no siempre quienes opinan sobre todo actúan con mala intención; muchas veces ni siquiera son conscientes de ello y pueden estar respondiendo a varios detonantes:

  1. Necesidad de reconocimiento o validación externa
    Este mecanismo se activa cuando las personas buscan ser vistas como inteligentes, útiles o relevantes. Puede originarse en un entorno en el que el valor personal está condicionado a la percepción del “conocimiento” que se proyecta.
  2. Miedo al rechazo o a la irrelevancia
    Opinar les permite a algunas personas evitar la sensación de ser ignoradas o quedar fuera. Más que temer al olvido, temen no ser tomadas en cuenta, lo cual nace del deseo de pertenecer.
  3. Inseguridad intelectual
    Una de las mayores inseguridades es que se descubra que no dominan un tema. Aunque aparenten saber mucho, en el fondo dudan de sus capacidades y lo compensan opinando de forma excesiva. Esta actitud es una defensa ante el temor a parecer ignorantes.
  4. Narcisismo encubierto o rasgos egocéntricos
    La necesidad de proyectar una imagen de saberlo todo puede derivar de una autoimagen inflada o de una fuerte necesidad de admiración. Aunque no siempre son narcisistas clínicos, algunos presentan esa tendencia.
  5. Dificultad para tolerar la incertidumbre o el silencio
    Hay quienes experimentan ansiedad ante el silencio o ante la falta de respuestas, y por eso opinan sin tener bases sólidas, impulsados por sus temores.
  6. Falta de conciencia emocional o autorreflexión
    Algunas personas no comprenden cómo afectan a los demás ni reconocen qué las impulsa realmente a hablar de todo, explica Fuentes.

Miedos e inseguridades comunes:

  • Temor a ser vistos como ignorantes o poco capaces.
  • Inseguridad respecto de su valor si no sobresalen.
  • Miedo a ser excluidos o ignorados.
  • Dificultad para aceptar que no todo se sabe ni se controla.

Consecuencias de este comportamiento:

Fuentes detalla que esta conducta puede provocar distintos problemas en la vida diaria:

  1. Relaciones superficiales o tensas: las personas cercanas pueden sentirse invalidadas o cansadas de no poder expresarse.
  2. Resistencia al aprendizaje real: al creer que lo saben todo, se cierran a nuevas ideas o correcciones.
  3. Autoimagen frágil: frente a alguien que sabe más o los contradice, pueden reaccionar con ira o negación.
  4. Falsa confianza: se trata más de una fachada que de una verdadera seguridad interior.

Finalmente, los expertos recomiendan la psicoterapia (individual o grupal) para explorar la raíz de estas inseguridades, así como técnicas de autoconciencia como el mindfulness y la autoobservación emocional. También sugieren practicar la humildad intelectual y aprender a decir “no sé” sin temor a perder valor.

ESCRITO POR:
Esdras Laz
Periodista de Prensa Libre para el área de bienestar, cultura y tendencias con varios años de experiencia en medios escritos y televisivos.

ARCHIVADO EN:

 Prensa Libre | Vida 

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