Pese al crecimiento macroeconómico que registran Cataluña y el conjunto de España, los índices de desigualdad y pobreza siguen estancados: la robustez del PIB no llega a todos los bolsillos. En este contexto, las fundaciones quieren reivindicar su papel. Y la Fundación Bancaria La Caixa, que con 655 millones de presupuesto es la más grande de las 10.000 fundaciones que hay en España y una de las mayores de Europa, lo defiende más que nadie. “Lo que hacen las fundaciones casi siempre coincide con el ámbito de la dignidad de las personas. Las fundaciones están haciendo algo extremadamente importante para la sociedad”, ha dicho este martes Josep Maria Coronas, director general de la Fundación Bancaria La Caixa desde enero de 2025. Coronas ha conversado con Ana Pantaleoni, redactora jefa de EL PAÍS Cataluña, en el foro World In Progress (WIP) Barcelona 2025, organizado por el Grupo PRISA, editor de EL PAÍS. Y en todo lo que pueden hacer las fundaciones, ha dicho el ponente, hay una prioridad que es más acuciante que otras: la pobreza infantil.
El director general de la entidad, Josep Maria Coronas, defiende el papel de las fundaciones en la sociedad
Pese al crecimiento macroeconómico que tienen España y Cataluña, los índices de desigualdad y pobreza siguen estancados: la robustez del PIB no llega a todos los bolsillos. En este contexto, las fundaciones quieren reivindicar su papel. Y la Fundación Bancaria La Caixa, que con 655 millones de presupuesto es la más grande de las 10.000 fundaciones que hay en España y una de las mayores de Europa, lo defiende más que nadie. “Lo que hacen las fundaciones casi siempre coincide con el ámbito de la dignidad de las personas. Las fundaciones están haciendo algo extremadamente importante para la sociedad”, ha dicho Josep Maria Coronas, director general de la Fundación Bancaria La Caixa desde enero de 2025, en conversación con Ana Pantaleoni, redactora jefa de EL PAÍS Cataluña, en el foro World In Progress (WIP) Barcelona 2025, organizado por el grupo editor de EL PAÍS. Y en todo lo que pueden hacer las fundaciones, hay una prioridad que es más acuciante que otras: la pobreza infantil.
En algunas de las intervenciones de este foro, celebrado el lunes y el martes en el Palau de Congressos de Catalunya, la pobreza infantil ya ha llamado la atención de las autoridades, por ejemplo durante la charla de la vicepresidenta segunda del Gobierno y Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. La pobreza infantil cristaliza la desigualdad en su versión más injusta, porque afecta a quienes, por su minoría de edad, no han decidido sobre sus condiciones de vida. “La pobreza infantil es muy peligrosa porque se cronifica”, ha dicho Coronas sobre las ramificaciones que tiene en la vida adulta haber sufrido privaciones de pequeño: “Se crean unas desigualdades cada vez crecientes, porque se dificulta el acceso al trabajo, por ejemplo”.
Coronas ha puesto de relieve el papel de la fundación en la lucha contra la pobreza infantil, primero detallando los datos. El riesgo de pobreza se mide con la tasa Arope, que tiene tres componentes, y si una persona entra en los parámetros de uno de estos tres componentes, se considera que está en riesgo de pobreza o exclusión social. Uno es el riesgo de pobreza en términos de ingresos, en el que está el 20% de la población; otro es el indicador de la privación material severa —problemas para llegar a final de mes, hacer vacaciones o afrontar pagos imprevistos, entre otros elementos que se usan para calibrar este indicador—, en el que está el 8% de la población; y el tercer componente es la baja intensidad laboral en los hogares, que afecta a alrededor de un 8% de las personas. Con todo ello se define el riesgo de pobreza y exclusión social, en el que están 12 millones de personas en España, aproximadamente el 24% de la población. Sin embargo, el porcentaje de las personas menores de edad que sufren pobreza es bastante mayor: el 33%, más de dos millones de niños y adolescentes en España.
Las herramientas para luchar contra la pobreza infantil están en el presupuesto social de la fundación, que se traduce en programas como el Caixa ProInfancia, y que se complementa con otros como las becas de formación y otros programas internacionales, como las alianzas de la fundación con Caixabank o Telefónica para temas de acceso a la tecnología, o las alianzas con la Gates Foundation. “El año pasado fueron 9,6 millones de euros solo para la vacunación infantil en países en desarrollo”, ha explicado el director general. El objetivo de todos estos programas es el mismo: “Se trata de intentar ayudar a estos niños a reducir este círculo vicioso”, ha dicho Coronas.
El presupuesto de la Fundación Bancaria La Caixa, que en los últimos años ha ido sumando fondos para lograr presupuestos de récord, se divide en tres grandes ámbitos: uno es el presupuesto social, que representa el 60% del total, el otro es la formación, la investigación científica y el desarrollo (un 20%) y el otro tiene que ver con la cultura (otro 20%), donde entran los nueve Caixaforum que hay en España, así como el CosmoCaixa de Barcelona y la plataforma digital Caixaforum Plus. En cuanto a la investigación científica, Coronas ha explicado que el nuevo Institut d’Investigació Científica, que impulsará la fundación y que se dedicará a la investigación en inmunología, abrirá las puertas a finales de este año, delante del CosmoCaixa.
Con toda esta actividad sobre la mesa, Coronas ha defendido el papel de las fundaciones en la sociedad. “Es verdad que estamos en un mundo caótico, con la fragmentación del multilateralismo y la creciente inestabilidad global. Es un contexto donde florece cualquier sentimiento negativo y extremista, en contra de la inmigración, de la igualdad…”, ha dicho Coronas. Un escenario que se ha visto agravado por la caída en picado de la ayuda internacional al desarrollo, especialmente tras la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de retirar la mayoría de fondos y programas del USAID, el principal motor de políticas públicas para el desarrollo de las economías y las sociedades del mundo. En España, el objetivo de la ayuda al desarrollo es que llegue a ser el 0,7% del PIB. “Estamos en el 0,25%, no se cumple, pero el propósito del Gobierno es seguir creciendo para cumplirlo. El desarrollo es un instrumento estratégico en España”, ha rematado.
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