No hace mucho, Prensa Libre, en su sección deportiva presentó un reportaje sobre los estadios que se utilizan para los partidos de la Liga Nacional, específicamente para el recién comenzado… No hace mucho, Prensa Libre, en su sección deportiva presentó un reportaje sobre los estadios que se utilizan para los partidos de la Liga Nacional, específicamente para el recién comenzado…

… Seguimos disputando partidos en recintos demasiado humildes y en los que la experiencia del aficionado no es la mejor».
Hugo Castillo Aragón
No hace mucho, Prensa Libre, en su sección deportiva presentó un reportaje sobre los estadios que se utilizan para los partidos de la Liga Nacional, específicamente para el recién comenzado Torneo Apertura 2025, y en su parte medular destacó que en Guatemala solo un escenario tiene la capacidad para recibir aval de FIFA para disputar partidos internacionales.
Y aunque suene dramático y sea imposible compararnos con otras realidades deportivas, poco o nada se ha hecho en los últimos 25 años para que la infraestructura sea medianamente decente y seguimos disputando partidos en recintos demasiado humildes y en los que la experiencia del aficionado no es la mejor.
En un país con tantas carencias a todo nivel sueña lógico que los estadios no llenen el mínimo de los requisitos, pero no podemos dejar a un lado que los equipos, principalmente de la Liga Nacional, han desviado sus prioridades desde hace décadas ya que en la mayoría de los casos dependen de dineros municipales para medio chapucear las canchas, entre otras cosas.
Recordemos que, no hace mucho, equipos como Comunicaciones, considerado grande e histórico, entrenaba en el arriate central del bulevar Vista Hermosa o en el de la Avenida de Las Américas, pero sus facturas por el pago de jugadores extranjeros rozaban la exageración y llegaron a gastar sumas millonarias en traer jugadores muy caros a tal punto que casi desaparecen al equipo.
Por eso hablo de las prioridades ya que si hace 50 años los cremas y más equipos hubieran tenido lucidez para construir su propio estadio, hoy otro gallo les cantaría y serian ejemplo en Centroamérica, pero varios mantienen la dependencia de las municipalidades cuyos alcaldes ven el deporte como un trampolín político y eso nadie lo puede negar.
Es un crimen que las comunas gasten en un equipo de fútbol los recursos que se deben destinar a obras de mayor beneficio para las comunidades y deberían dejar que sea el dinero privado el que salga al rescate de las infraestructuras de esos 11 estadios que fueron señalados en el reportaje de Prensa Libre.
Por duro que parezca si un equipo no tiene un estadio medianamente acondicionado para partidos de Liga Nacional no debería ser inscrito y la Federación debería obligarlos a que las prioridades cambien para que se gestionen mejor los recursos que se gastan en todo menos en lo que queda para la posteridad, como es un buen estadio.
Eso lo entienden en países como Costa Rica, por ejemplo, en donde vemos estadios bien acondicionados y con gramillas decentes que son fundamentales para que el nivel del fútbol tenga mejoría ya que las ligas profesionales necesitan de un terreno de juego en perfectas condiciones para mejorar el espectáculo.
Pero en Guatemala eso no es posible porque los estadios municipales son usados para diversas actividades, además muchos equipos aún entrenan en la misma cancha donde juegan cada 15 días y eso es un pecado ya que en otros países tienen sus propios centros de entrenamiento, algo que es un sueño, salvo por lo que anunció Antigua GFC no hace mucho sobre la apertura de su centro de alto rendimiento.
Insisto en las prioridades y en el cambio de mentalidad ya que si los dirigentes se proponen mejorar la experiencia de los aficionados tendrán mejores resultados, pero también destacan casos como el de Municipal que recibió el estadio del Trébol de parte de la Municipalidad capitalina y le han hecho importantes mejoras, seguramente con inversiones de patrocinadores privados.
Este tema tendrá relevancia mientras los estadios sigan teniendo tantas carencias y prueba de ello son las declaraciones recientes del entrenador de Comunicaciones sobre el estadio del Deportivo Mixco en donde precisamente perdió en la jornada 2 del actual Torneo Apertura 2025.
“Es una cancha donde no se puede jugar al fútbol profesional, no tiene las medidas, no tiene las condiciones, no es estar en contra de Mixco, es estar en contra de la Liga que permite esto, por eso se juega aquí”, aseguró el técnico albo Roberto Hernández y me parece que nunca o por lo menos no en tiempos recientes, un protagonista se había referido de esa manera sobre un escenario deportivo del país.
Falta demasiado para que se juegue en infraestructuras con más cosas positivas que negativas, pero puede cambiar el panorama si las prioridades de los equipos se encaminan por la ruta del sentido común.
Deportes – Crónica