Empresarios industriales urgen resolución favorable en política arancelaria con EE. UU.
El sector industrial está atento a las decisiones que pueda adoptar Estados Unidos en materia arancelaria, explicó Enrique Font, quien asumió la presidencia de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG) el pasado jueves 24 de julio.

El sector industrial analiza con preocupación la desventaja en la que podría quedar Guatemala si Estados Unidos endurece o no elimina los aranceles para el país. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)
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El entorno externo e interno, las iniciativas actuales —sobre todo en infraestructura—, la Ley de Competencia y el clima de negocios fueron parte de la perspectiva que brindó Enrique Font, presidente de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG) para el período 2025-2027.
Font, quien fue juramentado el pasado jueves 24 de julio, sustituyó a Raúl Bouscayrol en la presidencia de la CIG. Esta es parte de la conversación con Prensa Libre.
En el contexto externo se enfrenta a la política arancelaria de EE. UU., ¿qué piensa?
Sin lugar a duda hay una expectativa de lo que pueda pasar con los aranceles con Estados Unidos, y hemos visto las cartas oficiales de resolución que se están aplicando a determinados países y con Guatemala aún no se ha dado la información que cual será la decisión.
Entendemos que el vencimiento es hasta el 1 de agosto y en la visión positiva es que Guatemala tiene una balanza comercial con EE. UU., somos un país aliado, por lo que tenemos muchas ventajas para tener una resolución de los aranceles adecuada.
¿A que se refiere con la expectativa?
En qué si el 10% se convertirá en el nuevo cero arancelario, lo que hemos tratado de exponer a escala institucional como sector privado organizado e incluso a nivel de autoridades de gobierno es que se tenga igual de condiciones con los países vecinos.
Por ejemplo, si México queda al cero por ciento, pero Guatemala al 10% en los aranceles, tendremos una gran desventaja que también es competitiva por la situación de país sobre todo de infraestructura, que nos hace ser poco competitivos.
Entonces, esperamos igualdad de condiciones con México.
Hay algunas resoluciones para algunos países en los cuales se colocan más altos los aranceles, del 10% que ahora tiene Guatemala que pueda ser ventajoso para un sector como el café y en otros países productores han quedado superior.
¿Cuál es la posición del sector industrial ante está política arancelaria?
Apoyamos todo lo que ha indicado el USTR en lo que ha mencionado, que también son problemas que nos afectan a nosotros en temas como la tramitología o en lo complicado de poder hacer comercio exterior y a lo interno.
Si en cada uno de esos puntos que se señala, se pueda solventar, nos facilitará la inversión extranjera directa como el capital local.
¿Cuál es el sentir del empresario ante este próximo anuncio?
No podemos estar tranquilos, porque hay algunas actividades que están muy vulnerables en estar en una desventaja competitiva con México, en el sentido que ellos puedan estar en un cero por ciento de arancel y que Guatemala con 10%.
Pero tampoco podemos estar tranquilo en la mayoría de los sectores, por que estando China con aranceles tan altos, que eso baje la demanda de EE. UU., de esos productos eso va a generar una sobre oferta de productos chinos y es muy probable que se vea una inundación con precios mucho más bajos.
Puede ser ventajoso para el consumidor final, pero destructivo para la economía industrial que prácticamente será imposible competir con esos precios.

A su juicio, ¿Cómo concluirá este episodio arancelario?
En el mejor de los casos, y respectar el tratado de libre comercio, es que quedemos a cero aranceles, así como está el TMEC, pero si el 10% será el normal y el mínimo que tendrán los países, que Guatemala se encuentre en ese nivel.
En el entorno interno, ¿cuáles serían alguna de sus propuestas e iniciativas?
Es muy importante para nosotros, resolver el tema de la infraestructura vial prioritaria, se necesitan carreteras. Entendemos que existe un problema legal en la DIP, en la cual se está tratando la implementación.
Estamos tratando de apoyar en que se pueda implementar, porque es algo que necesitamos y cambiar el modelo en la inversión en infraestructura.
“Si México queda al cero por ciento, pero Guatemala al 10% en los aranceles, tendremos una gran desventaja que también es competitiva por la situación de país sobre todo de infraestructura, que nos hace ser poco competitivos”
Enrique Font, presidente CIG
La nueva ley de puertos que es prioritaria para el sector y todos saben los problemas que hay de congestión portuaria y estamos en constante dialogo con la Empresa Portuaria Quetzal (EPQ) en Escuintla por tener entre 40 a 45 buques en fondeo que son sobre 80 días que significa un sobre costo inmenso no solo en materias primas sino para el consumidor.
Hay prioridades a corto plazo en EPQ con la habilitación de distintos muelles que sean multipropósitos; los dragados que deben realizarse para que puedan ingresar más buques de mayor tamaño.
La iniciativa de ley la vemos con mucha relevancia, porque hay que desmonopolizar los puertos, abrir los puertos, que existan concesiones, que exista inversión pública-privada, capital mixto, porque hace falta tanta inversión en infraestructura en Guatemala.
Es una ley que vaya a detonar una solución de corto plazo, pero abrirá los caminos para contar con una infraestructura portuaria adecuada.
¿Cómo se debe interpretar la participación del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE. UU., en cooperación de infraestructura crítica?
Lo vemos con buenos ojos el involucramiento de EE. UU., porque le brinda legitimidad al proceso de la ampliación de EPQ y del sistema ferroviario de acompañamiento que está pidiendo el gobierno central en hacer los estudios necesarios para la modernización.
Entendemos que hay unos inversionistas estadounidenses interesados en líneas férreas y de la conexión de puerto a puerto y como país creemos que podemos impulsar que sea un proyecto interesante con Estados Unidos como alterno con el Canal de Panamá que hace dos años tuvo problemas.
¿Cuál es la visión sobre la implementación de la Ley de Competencia?
Siempre visualizamos que fuera una ley técnica, que no sea una normativa que se utilice para señalar o de una cooptación política. Es super importante que este primer Directorio se enfoque de generar los reglamentos, la elección del superintendente y su funcionamiento.
Es positivo para Guatemala tener una Superintendencia de Competencia autónoma y el enfoque es que exista una competitividad tanto actores públicos como privados tienen responsabilidades.
Ambos sectores estamos involucrados en la competitividad del país.
Desde su perspectiva, ¿cuál es el panorama del clima de los negocios?
Hay avances muy importantes como la mejora en los niveles de calificación riesgo-país que genera confianza a los inversionistas y siempre hay una voz que se lanza que es la certeza jurídica.
Todos los inversionistas extranjeros y locales necesitan reglas claras. Por ejemplo, reglamentar el Convenio 169 de la OIT que se tiene pendiente desde hace varios años y está cerca la licitación PEG-5 y PEG-3 que se necesita la certeza jurídica en hacer las inversiones.
Hay que hacer avances importantes en la tramitología, en digitalizar los procesos sobre todo en los ministerios de Salud y el de Agricultura.
En 2026, hay un proceso de relevos institucionales, ¿cómo lo analiza?
Será un año coyuntural para Guatemala y un preámbulo de las elecciones generales 2027.
Ahora comienza con la elección del nuevo presidente de la Corte Suprema de Justicia; luego vendrá en los primeros meses del 2026 la elección de los nuevos magistrados del Tribunal Supremo Electoral y continuando con el Ministerio Público.
Posterior a magistrados de la Corte de Constitucionalidad y la Contraloría General de Cuentas; presidente del Banco de Guatemala y Superintendencia de Bancos.
No solo volverá a pasar en 60 años está coincidencia, pero es importante que sea un proceso transparente e incentivar a varios profesionales a involucrase a participar.
¿Cómo analiza algunos indicadores económicos de corto plazo?
Según el Banguat, en junio la inflación estaba en 1.6% y se revisó la meta para fin de año dentro de la meta abajo del 4%, que es positivo, que podría ser un efecto del bajo costo de algunas materias primas.
Vemos con preocupación la falta de liquidez en el sistema, que es lo que hace falta que disminuya el consumo.
El presupuesto público va lenta su ejecución y si ese dinero no circula en la economía, baja la liquidez.
Desempeño positivo
La industria manufacturera tiene una participación en la economía del 13.6% para 2025, según la política monetaria, cambiaria y crediticia.
Para este año se prevé un crecimiento del 4%, sin embargo, fue ajustada dada la coyuntura internacional, sobre todo por la política arancelaria de EE. UU.
En el índice mensual de la actividad económica (Imae) de mayo que fue de 3.8%, la industria manufacturera fue una de las actividades que mostro un desempeño positivo.
El sector industrial está atento a las decisiones que pueda adoptar Estados Unidos en materia arancelaria, explicó Enrique Font, quien asumió la presidencia de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG) el pasado jueves 24 de julio.
Empresarios industriales urgen resolución favorable en política arancelaria con EE. UU.
El sector industrial está atento a las decisiones que pueda adoptar Estados Unidos en materia arancelaria, explicó Enrique Font, quien asumió la presidencia de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG) el pasado jueves 24 de julio.

El sector industrial analiza con preocupación la desventaja en la que podría quedar Guatemala si Estados Unidos endurece o no elimina los aranceles para el país. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)
El entorno externo e interno, las iniciativas actuales —sobre todo en infraestructura—, la Ley de Competencia y el clima de negocios fueron parte de la perspectiva que brindó Enrique Font, presidente de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG) para el período 2025-2027.
Font, quien fue juramentado el pasado jueves 24 de julio, sustituyó a Raúl Bouscayrol en la presidencia de la CIG. Esta es parte de la conversación con Prensa Libre.
En el contexto externo se enfrenta a la política arancelaria de EE. UU., ¿qué piensa?
Sin lugar a duda hay una expectativa de lo que pueda pasar con los aranceles con Estados Unidos, y hemos visto las cartas oficiales de resolución que se están aplicando a determinados países y con Guatemala aún no se ha dado la información que cual será la decisión.
Entendemos que el vencimiento es hasta el 1 de agosto y en la visión positiva es que Guatemala tiene una balanza comercial con EE. UU., somos un país aliado, por lo que tenemos muchas ventajas para tener una resolución de los aranceles adecuada.
¿A que se refiere con la expectativa?
En qué si el 10% se convertirá en el nuevo cero arancelario, lo que hemos tratado de exponer a escala institucional como sector privado organizado e incluso a nivel de autoridades de gobierno es que se tenga igual de condiciones con los países vecinos.
Por ejemplo, si México queda al cero por ciento, pero Guatemala al 10% en los aranceles, tendremos una gran desventaja que también es competitiva por la situación de país sobre todo de infraestructura, que nos hace ser poco competitivos.
Entonces, esperamos igualdad de condiciones con México.
Hay algunas resoluciones para algunos países en los cuales se colocan más altos los aranceles, del 10% que ahora tiene Guatemala que pueda ser ventajoso para un sector como el café y en otros países productores han quedado superior.
¿Cuál es la posición del sector industrial ante está política arancelaria?
Apoyamos todo lo que ha indicado el USTR en lo que ha mencionado, que también son problemas que nos afectan a nosotros en temas como la tramitología o en lo complicado de poder hacer comercio exterior y a lo interno.
Si en cada uno de esos puntos que se señala, se pueda solventar, nos facilitará la inversión extranjera directa como el capital local.
¿Cuál es el sentir del empresario ante este próximo anuncio?
No podemos estar tranquilos, porque hay algunas actividades que están muy vulnerables en estar en una desventaja competitiva con México, en el sentido que ellos puedan estar en un cero por ciento de arancel y que Guatemala con 10%.
Pero tampoco podemos estar tranquilo en la mayoría de los sectores, por que estando China con aranceles tan altos, que eso baje la demanda de EE. UU., de esos productos eso va a generar una sobre oferta de productos chinos y es muy probable que se vea una inundación con precios mucho más bajos.
Puede ser ventajoso para el consumidor final, pero destructivo para la economía industrial que prácticamente será imposible competir con esos precios.

A su juicio, ¿Cómo concluirá este episodio arancelario?
En el mejor de los casos, y respectar el tratado de libre comercio, es que quedemos a cero aranceles, así como está el TMEC, pero si el 10% será el normal y el mínimo que tendrán los países, que Guatemala se encuentre en ese nivel.
En el entorno interno, ¿cuáles serían alguna de sus propuestas e iniciativas?
Es muy importante para nosotros, resolver el tema de la infraestructura vial prioritaria, se necesitan carreteras. Entendemos que existe un problema legal en la DIP, en la cual se está tratando la implementación.
Estamos tratando de apoyar en que se pueda implementar, porque es algo que necesitamos y cambiar el modelo en la inversión en infraestructura.
«Si México queda al cero por ciento, pero Guatemala al 10% en los aranceles, tendremos una gran desventaja que también es competitiva por la situación de país sobre todo de infraestructura, que nos hace ser poco competitivos»
Enrique Font, presidente CIG
La nueva ley de puertos que es prioritaria para el sector y todos saben los problemas que hay de congestión portuaria y estamos en constante dialogo con la Empresa Portuaria Quetzal (EPQ) en Escuintla por tener entre 40 a 45 buques en fondeo que son sobre 80 días que significa un sobre costo inmenso no solo en materias primas sino para el consumidor.
Hay prioridades a corto plazo en EPQ con la habilitación de distintos muelles que sean multipropósitos; los dragados que deben realizarse para que puedan ingresar más buques de mayor tamaño.
La iniciativa de ley la vemos con mucha relevancia, porque hay que desmonopolizar los puertos, abrir los puertos, que existan concesiones, que exista inversión pública-privada, capital mixto, porque hace falta tanta inversión en infraestructura en Guatemala.
Es una ley que vaya a detonar una solución de corto plazo, pero abrirá los caminos para contar con una infraestructura portuaria adecuada.
¿Cómo se debe interpretar la participación del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE. UU., en cooperación de infraestructura crítica?
Lo vemos con buenos ojos el involucramiento de EE. UU., porque le brinda legitimidad al proceso de la ampliación de EPQ y del sistema ferroviario de acompañamiento que está pidiendo el gobierno central en hacer los estudios necesarios para la modernización.
Entendemos que hay unos inversionistas estadounidenses interesados en líneas férreas y de la conexión de puerto a puerto y como país creemos que podemos impulsar que sea un proyecto interesante con Estados Unidos como alterno con el Canal de Panamá que hace dos años tuvo problemas.
¿Cuál es la visión sobre la implementación de la Ley de Competencia?
Siempre visualizamos que fuera una ley técnica, que no sea una normativa que se utilice para señalar o de una cooptación política. Es super importante que este primer Directorio se enfoque de generar los reglamentos, la elección del superintendente y su funcionamiento.
Es positivo para Guatemala tener una Superintendencia de Competencia autónoma y el enfoque es que exista una competitividad tanto actores públicos como privados tienen responsabilidades.
Ambos sectores estamos involucrados en la competitividad del país.
Desde su perspectiva, ¿cuál es el panorama del clima de los negocios?
Hay avances muy importantes como la mejora en los niveles de calificación riesgo-país que genera confianza a los inversionistas y siempre hay una voz que se lanza que es la certeza jurídica.
Todos los inversionistas extranjeros y locales necesitan reglas claras. Por ejemplo, reglamentar el Convenio 169 de la OIT que se tiene pendiente desde hace varios años y está cerca la licitación PEG-5 y PEG-3 que se necesita la certeza jurídica en hacer las inversiones.
Hay que hacer avances importantes en la tramitología, en digitalizar los procesos sobre todo en los ministerios de Salud y el de Agricultura.
En 2026, hay un proceso de relevos institucionales, ¿cómo lo analiza?
Será un año coyuntural para Guatemala y un preámbulo de las elecciones generales 2027.
Ahora comienza con la elección del nuevo presidente de la Corte Suprema de Justicia; luego vendrá en los primeros meses del 2026 la elección de los nuevos magistrados del Tribunal Supremo Electoral y continuando con el Ministerio Público.
Posterior a magistrados de la Corte de Constitucionalidad y la Contraloría General de Cuentas; presidente del Banco de Guatemala y Superintendencia de Bancos.
No solo volverá a pasar en 60 años está coincidencia, pero es importante que sea un proceso transparente e incentivar a varios profesionales a involucrase a participar.
¿Cómo analiza algunos indicadores económicos de corto plazo?
Según el Banguat, en junio la inflación estaba en 1.6% y se revisó la meta para fin de año dentro de la meta abajo del 4%, que es positivo, que podría ser un efecto del bajo costo de algunas materias primas.
Vemos con preocupación la falta de liquidez en el sistema, que es lo que hace falta que disminuya el consumo.
El presupuesto público va lenta su ejecución y si ese dinero no circula en la economía, baja la liquidez.
Desempeño positivo
La industria manufacturera tiene una participación en la economía del 13.6% para 2025, según la política monetaria, cambiaria y crediticia.
Para este año se prevé un crecimiento del 4%, sin embargo, fue ajustada dada la coyuntura internacional, sobre todo por la política arancelaria de EE. UU.
En el índice mensual de la actividad económica (Imae) de mayo que fue de 3.8%, la industria manufacturera fue una de las actividades que mostro un desempeño positivo.
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