Analistas califican posible reelección de Bukele como “dictatorial” y advierten sobre replicar estos modelos

La reforma constitucional  fue impulsada por el partido de Bukele.

Guatemala

Analistas califican posible reelección de Bukele como “dictatorial” y advierten sobre replicar estos modelos

En el 2027, Guatemala volverá a celebrar elecciones generales, y expertos consideran que el modelo “bukelista” podría figurar entre las promesas de campaña.

La reforma constitucional  fue impulsada por el partido de Bukele.

La reforma constitucional fue impulsada por el partido de Bukele.


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El Salvador reformó recientemente su Constitución y estableció un sistema de elección presidencial que, según analistas, tiene rasgos “dictatoriales” similares a los observados en Nicaragua y Venezuela.

Estas reformas no deben ser subestimadas por Guatemala, de acuerdo con las fuentes, ya que se trata de un modelo que podría intentarse replicar con facilidad.

Todo bajo la promesa de reforzar la seguridad pública, como lo promovió en su momento la administración salvadoreña con su lucha contra las pandillas. Sin embargo, lejos de priorizar la seguridad, se creó un mecanismo para habilitar la reelección presidencial indefinida.

Las reformas constitucionales aprobadas por el Senado de El Salvador eliminaron las restricciones para la reelección presidencial y ampliaron a seis años el mandato del Organismo Ejecutivo.

Con estos cambios, Bukele puede buscar su permanencia en el cargo sin mayores controles, ya que desaparecen los mecanismos legales de la Constitución que impedían que un político o grupo se aferrara al poder.

Aunque los cambios legales ocurren en otro país, analistas llaman a no subestimar los efectos perjudiciales que una reforma de esta índole puede tener en los sistemas democráticos.

Principalmente, porque la popularidad de Bukele podría motivar a candidatos en las próximas elecciones generales de Guatemala a ofrecer un modelo político similar al salvadoreño.

Populismo

Para Roberto Alejos, constituyente y expresidente del Congreso, las reformas aprobadas en el vecino país atentan contra la democracia y dejan un mal precedente para la región centroamericana.

“El populismo no tiene ideología. Los dictadores no son solo de izquierda; también los hay de derecha, e incluso quienes dicen que no tienen ideología”, comentó.

Alejos considera que las acciones antidemocráticas en El Salvador comenzaron antes, pero los recientes cambios constitucionales agravan la situación.

“Está concentrando el poder con su reelección, que ya era ilegal, pero ahora, con esta nueva decisión de habilitar la reelección ilimitada, lo es aún más. Todo esto va en contra del sistema republicano y la democracia que buscamos en Centroamérica”.

Aunque el gobierno de Bukele goza de popularidad en El Salvador y otros países de la región, Alejos sostiene que esa simpatía impide ver con claridad el panorama completo.

“Cuando la población tiene hambre y grandes necesidades, no le da importancia al sistema democrático ni a la justicia, porque las urgencias familiares pesan más”.

Como Ortega

Para Roberto Wagner, internacionalista y docente universitario, los cambios constitucionales en El Salvador se asemejan a los de Daniel Ortega en Nicaragua, país señalado por violaciones a los derechos humanos y persecución política, señalamientos que también se hacen en contra del gobierno salvadoreño.

“El fondo del asunto es la reelección indefinida. Además, ya no se contempla una segunda vuelta electoral. Son factores que favorecen a Nayib Bukele y confirman su intención de perpetuarse en el poder”.

Reafirma que esta situación debe importarle a Guatemala. “Es desastroso porque configura una dictadura. No permitirá oposición, no solo política, sino de cualquier voz que cuestione al Ejecutivo”.

Según Wagner y otros analistas guatemaltecos, Bukele intentó desviar la atención mediática mediante el anuncio de la salida de su país del Parlamento Centroamericano (Parlacén).

“Es un mal precedente que puede replicarse. Ya tenemos dos países en Centroamérica, Nicaragua y El Salvador, con modelos de reelección indefinida que pueden ser calificados como dictaduras”, concluyó.

 En el 2027, Guatemala volverá a celebrar elecciones generales, y expertos consideran que el modelo “bukelista” podría figurar entre las promesas de campaña.  

Guatemala

Analistas califican posible reelección de Bukele como “dictatorial” y advierten sobre replicar estos modelos

En el 2027, Guatemala volverá a celebrar elecciones generales, y expertos consideran que el modelo “bukelista” podría figurar entre las promesas de campaña.

La reforma constitucional  fue impulsada por el partido de Bukele.

La reforma constitucional fue impulsada por el partido de Bukele.

El Salvador reformó recientemente su Constitución y estableció un sistema de elección presidencial que, según analistas, tiene rasgos “dictatoriales” similares a los observados en Nicaragua y Venezuela.

Estas reformas no deben ser subestimadas por Guatemala, de acuerdo con las fuentes, ya que se trata de un modelo que podría intentarse replicar con facilidad.

Todo bajo la promesa de reforzar la seguridad pública, como lo promovió en su momento la administración salvadoreña con su lucha contra las pandillas. Sin embargo, lejos de priorizar la seguridad, se creó un mecanismo para habilitar la reelección presidencial indefinida.

Las reformas constitucionales aprobadas por el Senado de El Salvador eliminaron las restricciones para la reelección presidencial y ampliaron a seis años el mandato del Organismo Ejecutivo.

Con estos cambios, Bukele puede buscar su permanencia en el cargo sin mayores controles, ya que desaparecen los mecanismos legales de la Constitución que impedían que un político o grupo se aferrara al poder.

Aunque los cambios legales ocurren en otro país, analistas llaman a no subestimar los efectos perjudiciales que una reforma de esta índole puede tener en los sistemas democráticos.

Principalmente, porque la popularidad de Bukele podría motivar a candidatos en las próximas elecciones generales de Guatemala a ofrecer un modelo político similar al salvadoreño.

Populismo

Para Roberto Alejos, constituyente y expresidente del Congreso, las reformas aprobadas en el vecino país atentan contra la democracia y dejan un mal precedente para la región centroamericana.

“El populismo no tiene ideología. Los dictadores no son solo de izquierda; también los hay de derecha, e incluso quienes dicen que no tienen ideología”, comentó.

Alejos considera que las acciones antidemocráticas en El Salvador comenzaron antes, pero los recientes cambios constitucionales agravan la situación.

“Está concentrando el poder con su reelección, que ya era ilegal, pero ahora, con esta nueva decisión de habilitar la reelección ilimitada, lo es aún más. Todo esto va en contra del sistema republicano y la democracia que buscamos en Centroamérica”.

Aunque el gobierno de Bukele goza de popularidad en El Salvador y otros países de la región, Alejos sostiene que esa simpatía impide ver con claridad el panorama completo.

“Cuando la población tiene hambre y grandes necesidades, no le da importancia al sistema democrático ni a la justicia, porque las urgencias familiares pesan más”.

Como Ortega

Para Roberto Wagner, internacionalista y docente universitario, los cambios constitucionales en El Salvador se asemejan a los de Daniel Ortega en Nicaragua, país señalado por violaciones a los derechos humanos y persecución política, señalamientos que también se hacen en contra del gobierno salvadoreño.

“El fondo del asunto es la reelección indefinida. Además, ya no se contempla una segunda vuelta electoral. Son factores que favorecen a Nayib Bukele y confirman su intención de perpetuarse en el poder”.

Reafirma que esta situación debe importarle a Guatemala. “Es desastroso porque configura una dictadura. No permitirá oposición, no solo política, sino de cualquier voz que cuestione al Ejecutivo”.

Según Wagner y otros analistas guatemaltecos, Bukele intentó desviar la atención mediática mediante el anuncio de la salida de su país del Parlamento Centroamericano (Parlacén).

“Es un mal precedente que puede replicarse. Ya tenemos dos países en Centroamérica, Nicaragua y El Salvador, con modelos de reelección indefinida que pueden ser calificados como dictaduras”, concluyó.

ESCRITO POR:
Douglas Cuevas
Periodista de Prensa Libre especializado en temas políticos y del sector justicia, con 15 años de experiencia en periodismo escrito, televisivo y radial.

 Prensa Libre | Guatemala

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