AFP
El papa León XIV canoniza a los dos primeros santos de Venezuela ante miles de fieles en el Vaticano
José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles son proclamados santos en ceremonia histórica en Roma.

El Papa León XIV oficia la misa de canonización de siete nuevos santos en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. (Foto Prensa Libre: EFE)
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Con el repique de campanas de fondo en la plaza de San Pedro, el papa León XIV canonizó este domingo 19 de octubre al médico José Gregorio Hernández y a la monja Carmen Rendiles, los dos primeros venezolanos en ser proclamados santos.
El país caribeño vivió el momento como una verdadera fiesta. Miles de personas pasaron la noche en vela en Caracas y celebraron con vítores, lágrimas, risas y fuegos artificiales.
“Es una bendición para el país”, dijo a AFP Yesenia Angulo, quien siguió la misa desde una pantalla gigante frente a la iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria, donde reposan las reliquias del ya santo José Gregorio.
“Son dos santos en un mismo día para un país que ha atravesado una situación bien difícil”, expresó la creyente de 63 años, que atribuye al doctor su recuperación de un cáncer.
Junto a los dos venezolanos, el pontífice canonizó a un antiguo sacerdote italiano que practicó el ocultismo, al primer santo de Papúa Nueva Guinea, a un obispo armenio y a dos monjas italianas.
En la soleada plaza de San Pedro se desplegaron enormes retratos de los siete canonizados cuando el papa estadounidense-peruano salió de la basílica con una sotana ceremonial blanca.
“Precisamente hoy están ante nosotros siete testigos, los nuevos santos y las nuevas santas, que con la gracia de Dios han mantenido encendida la lámpara de la fe”, afirmó el papa.
El cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, leyó en voz alta los perfiles ante los aplausos de las 55,000 personas reunidas en el Vaticano.
Después, León XIV leyó la fórmula de canonización, el decreto con el que se les declara oficialmente santos.
“Unirnos todos en la fe”
Venerado desde mucho antes en Venezuela, José Gregorio Hernández Cisneros nació en 1864 en las montañas de la pequeña población andina de Isnotú, estado Trujillo, en un país entonces rural.
Tras viajar a Caracas para estudiar, se graduó de médico en 1888. Fundó la Academia Nacional de Medicina y combatió la mortífera epidemia de gripe española, que mató al 1% de la población del país.
De bigote y expresión serena, vestido con traje impecable, corbata y sombrero, el milagroso doctor atendía gratuitamente a los pobres y, si era necesario, les daba dinero para medicinas.
Fallecido en 1919, su imagen está tatuada en la cultura popular de Venezuela, donde los devotos no solo lo veneran, sino que imitan su vestimenta como acto de fe.
Carmen Elena Rendiles, por su parte, fue una monja nacida en 1903 sin brazo izquierdo, que superó su discapacidad para fundar la Congregación de las Siervas de Jesús. Murió en 1977.
La doble canonización, aprobada por el papa Francisco antes de su fallecimiento, fue seguida con fervor en Venezuela.
Los fieles se reunieron en plazas, arropados con banderas y luciendo estampas y camisas con imágenes de los ahora santos.
“Queremos unirnos todos en la fe”, agregó María José Núñez, contadora pública de 55 años.
La iglesia de La Candelaria ofreció misas y oraciones durante toda la noche. El párroco sacó en procesión al Santísimo Sacramento y las reliquias de san José Gregorio.
Más de 20 obras fueron inauguradas en todo el país en honor del “médico de los pobres”.
Un gran mural con su rostro fue pintado en Petare, la barriada más grande de Venezuela, y su imagen serena puede verse desde la principal autopista de Caracas.
Un exocultista y mártires
De los siete nuevos santos canonizados este domingo, tres son mujeres.
Además de Rendiles, fueron canonizadas Vincenza Maria Poloni, fundadora del Instituto de las Hermanas de la Misericordia de Verona en el siglo XIX, y Maria Troncatti, misionera en Ecuador en la década de 1920, donde trabajó con población indígena.
El abogado italiano Bartolo Longo (1841-1926), quien tuvo una etapa ocultista y anticlerical en su juventud, volvió luego a la fe católica.
Los otros dos canonizados fueron mártires: Peter To Rot, catequista asesinado durante la ocupación japonesa en Papúa Nueva Guinea en la Segunda Guerra Mundial, y el obispo armenio Ignazio Choukrallah Maloyan.
José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles son proclamados santos en ceremonia histórica en Roma.
AFP
El papa León XIV canoniza a los dos primeros santos de Venezuela ante miles de fieles en el Vaticano
José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles son proclamados santos en ceremonia histórica en Roma.

El Papa León XIV oficia la misa de canonización de siete nuevos santos en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. (Foto Prensa Libre: EFE)
Con el repique de campanas de fondo en la plaza de San Pedro, el papa León XIV canonizó este domingo 19 de octubre al médico José Gregorio Hernández y a la monja Carmen Rendiles, los dos primeros venezolanos en ser proclamados santos.
El país caribeño vivió el momento como una verdadera fiesta. Miles de personas pasaron la noche en vela en Caracas y celebraron con vítores, lágrimas, risas y fuegos artificiales.
“Es una bendición para el país”, dijo a AFP Yesenia Angulo, quien siguió la misa desde una pantalla gigante frente a la iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria, donde reposan las reliquias del ya santo José Gregorio.
“Son dos santos en un mismo día para un país que ha atravesado una situación bien difícil”, expresó la creyente de 63 años, que atribuye al doctor su recuperación de un cáncer.
Junto a los dos venezolanos, el pontífice canonizó a un antiguo sacerdote italiano que practicó el ocultismo, al primer santo de Papúa Nueva Guinea, a un obispo armenio y a dos monjas italianas.
En la soleada plaza de San Pedro se desplegaron enormes retratos de los siete canonizados cuando el papa estadounidense-peruano salió de la basílica con una sotana ceremonial blanca.
“Precisamente hoy están ante nosotros siete testigos, los nuevos santos y las nuevas santas, que con la gracia de Dios han mantenido encendida la lámpara de la fe”, afirmó el papa.
El cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, leyó en voz alta los perfiles ante los aplausos de las 55,000 personas reunidas en el Vaticano.
Después, León XIV leyó la fórmula de canonización, el decreto con el que se les declara oficialmente santos.
“Unirnos todos en la fe”
Venerado desde mucho antes en Venezuela, José Gregorio Hernández Cisneros nació en 1864 en las montañas de la pequeña población andina de Isnotú, estado Trujillo, en un país entonces rural.
Tras viajar a Caracas para estudiar, se graduó de médico en 1888. Fundó la Academia Nacional de Medicina y combatió la mortífera epidemia de gripe española, que mató al 1% de la población del país.
De bigote y expresión serena, vestido con traje impecable, corbata y sombrero, el milagroso doctor atendía gratuitamente a los pobres y, si era necesario, les daba dinero para medicinas.
Fallecido en 1919, su imagen está tatuada en la cultura popular de Venezuela, donde los devotos no solo lo veneran, sino que imitan su vestimenta como acto de fe.
Carmen Elena Rendiles, por su parte, fue una monja nacida en 1903 sin brazo izquierdo, que superó su discapacidad para fundar la Congregación de las Siervas de Jesús. Murió en 1977.
La doble canonización, aprobada por el papa Francisco antes de su fallecimiento, fue seguida con fervor en Venezuela.
Los fieles se reunieron en plazas, arropados con banderas y luciendo estampas y camisas con imágenes de los ahora santos.
“Queremos unirnos todos en la fe”, agregó María José Núñez, contadora pública de 55 años.
La iglesia de La Candelaria ofreció misas y oraciones durante toda la noche. El párroco sacó en procesión al Santísimo Sacramento y las reliquias de san José Gregorio.
Más de 20 obras fueron inauguradas en todo el país en honor del “médico de los pobres”.
Un gran mural con su rostro fue pintado en Petare, la barriada más grande de Venezuela, y su imagen serena puede verse desde la principal autopista de Caracas.
Un exocultista y mártires
De los siete nuevos santos canonizados este domingo, tres son mujeres.
Además de Rendiles, fueron canonizadas Vincenza Maria Poloni, fundadora del Instituto de las Hermanas de la Misericordia de Verona en el siglo XIX, y Maria Troncatti, misionera en Ecuador en la década de 1920, donde trabajó con población indígena.
El abogado italiano Bartolo Longo (1841-1926), quien tuvo una etapa ocultista y anticlerical en su juventud, volvió luego a la fe católica.
Los otros dos canonizados fueron mártires: Peter To Rot, catequista asesinado durante la ocupación japonesa en Papúa Nueva Guinea en la Segunda Guerra Mundial, y el obispo armenio Ignazio Choukrallah Maloyan.
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