IA y derechos de autor: ¿A quién pertenece el contenido que se genera y qué representa para los usuarios?

Inteligencia Artificial y derechos de autor

tecnología

IA y derechos de autor: ¿A quién pertenece el contenido que se genera y qué representa para los usuarios?

Conozca las implicaciones del uso de la inteligencia artificial (IA) para crear contenido.

Inteligencia Artificial y derechos de autor

Utilizar las herramientas de IA generativa conlleva a un debate ético sobre los derechos de autor. (Foto Prensa Libre: Freepik)


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¿Qué ocurre cuando la Inteligencia Artificial (IA) crea algún texto, ilustración o video? ¿A quién pertenecen estas obras?

En la actualidad, no existe un marco legal concreto que regule el uso de esa herramienta en Guatemala, según Rodrigo Morales, experto en ciberseguridad, y Javier Batres, arquitecto de nube.

La legislación guatemalteca únicamente reconoce como propietarios intelectuales a los seres humanos, lo que provoca una ambigüedad legal en torno a las obras creadas con IA, dice Carlos Galindo, abogado y notario.

Los profesionales entrevistados coinciden en que existe un debate acerca de los derechos de propiedad intelectual relacionados con la IA. Al respecto, Galindo enfatiza que esta se nutre de la información proporcionada por seres humanos y difundida por distintos canales digitales.

¿Cuentan con derechos de autor las obras creadas con IA?

“La ley guatemalteca solo reconoce a la persona física como autor”, comenta Galindo. Por lo tanto, estas obras no cuentan con protección legal, lo que deja a los creadores de contenido sin respaldo jurídico. En países como China y Estados Unidos, ya se reconoce a la IA como autora, según Galindo.

De acuerdo con Batres, cuando la IA comenzó a operar no se inspeccionó la autoría de las imágenes, lo que permitió situaciones como las que emulan el estilo Ghibli y que desataron polémica en torno a los derechos de autor.

Morales agrega que se debe diferenciar la inteligencia humana de la artificial, ya que las personas crean desde cero y a partir de sus propias ideas, mientras que la IA requiere entrenamiento, así que parte de información existente.

Según el especialista en ciberseguridad, los modelos de IA emplean obras que ya existen, utilizando bots que analizan sitios web, extraen información valiosa y la almacenan en su base de datos. “Y todo esto lo hacen sin autorización”, comenta Morales.

“El autor Hayao Miyazaki (de Studio Ghibli) estaba bastante molesto por este tipo de imágenes, porque replicaban su estilo. Eso ha llevado a una discusión enorme sobre qué es un derecho de autor”, indica Batres.

Este profesional también explica que los modelos de IA son entrenados con obras creadas por personas, sin su consentimiento, lo que crea conflictos con la propiedad intelectual, ya que la IA puede emplear estas obras para generar contenido y monetizarlo. Por ello, enfatiza Morales, estos mecanismos desvalorizan el trabajo humano.

Al respecto, Galindo advierte de que se deben estipular medidas legales para el uso de la IA en Guatemala: “Hay que establecer parámetros claros de autoría y titularidad, y que se adapten al marco legal guatemalteco. Que sea un derecho evolutivo, acorde con los alcances tecnológicos a nivel internacional”.

Las distintas plataformas de IA deben utilizarse con ética, leyendo los términos y condiciones de cada una. (Foto Prensa Libre: AFP)
Las distintas plataformas de IA deben utilizarse con ética, leyendo los términos y condiciones de cada una. (Foto Prensa Libre: AFP)

Implicaciones de la IA en el trabajo profesional

Dayring Romero, traductora jurada guatemalteca, señala que la IA ha cambiado los flujos de trabajo mediante la creación de metodologías híbridas en las que se utilizan herramientas de inteligencia artificial para optimizar ciertos procesos.

No obstante, Romero menciona que es imprescindible la verificación humana en el ámbito de la traducción, ya que solo un profesional calificado puede identificar el contexto de una frase o palabra en particular, así como otras competencias propias de la labor realizada por seres humanos.

La profesional aclara que es importante adaptarse a la evolución tecnológica, pero sin dejar de lado la ética profesional: “Eso es parte del compromiso ético. Si veo que vienen nuevas tecnologías, debo preocuparme por desarrollar competencias que me permitan ser un mejor revisor de estos sistemas y aprender a dominarlos”.

Tanto en el campo de la traducción jurada como en otras áreas, es importante la ética y la transparencia en cada proceso, destaca Romero.

¿Hay mecanismos que regulen la IA generativa?

China, Estados Unidos y la Unión Europea son las únicas tres regiones que contemplan con una regulación inicial, según los especialistas consultados.

Al respecto, Morales comenta que existen mecanismos de exclusión, como una directriz internacional creada en el 2019 sobre derechos de autor, que permite a los creadores impedir que los modelos de IA utilicen sus datos. “Sin embargo, se ha comprobado que las entidades de inteligencia artificial no lo respetan”, dice Morales.

El experto menciona que no existen empresas proveedoras de IA sin demandas actuales por derechos de autor relacionadas con las creaciones de esta tecnología, ya que los mecanismos de exclusión no están totalmente definidos.

Pero, Morales indica que Cloudfair, la empresa que maneja el 20 por ciento del alojamiento web a nivel global, utiliza un modelo que bloquea AI crawlers (bots que indexan sitios web y extraen contenido para entrenar modelos de IA) en sus servidores, como una forma de proteger a sus clientes. Esto evidencia algunos esfuerzos por resguardar la información en la web.

La IA cuenta con implicaciones éticas que no se pueden dejar de lado. (Foto Prensa Libre: EFE)
La IA cuenta con implicaciones éticas que no se pueden dejar de lado. (Foto Prensa Libre: EFE)

Generación de imágenes con IA

Batres comenta que las imágenes elaboradas con IA deberían regularse, especialmente cuando se utilizan con fines comerciales. Como ejemplo, menciona que Adobe emplea una IA llamada Firefly, la cual certifica que el modelo ha sido entrenado con imágenes libres y con permisos para su uso.

Firefly genera ciertos componentes que le ahorran tiempo al usuario, pero con la ventaja de que el estilo está autorizado, añade Batres. Esto busca evitar inconvenientes legales al utilizar IA.

“Estados Unidos cuenta con una regulación que indica que lo hecho con inteligencia artificial no es registrable como derecho de autor. Han estado en sintonía con la Unión Europea en el sentido de que todo aquello que se publique debe indicar si tiene o no intervención de IA”, comenta Batres.

Batres y Romero coinciden en que, si se utiliza IA en la creación de un contenido o trabajo profesional, debe aclararse qué porcentaje exacto proviene de esta tecnología.

En cuanto a las investigaciones, Galindo sugiere que, cuando se busque información mediante IA, es importante solicitarle que indique la fuente de la cual extrajo los datos. También se recomienda validar si, efectivamente, esa es la procedencia de la información.

Consejos para la implementación de la IA

  1. Sea transparente. Batres ejemplifica este aspecto con la redacción de una tesis: podemos utilizar IA para organizar ideas, pero no para crear el documento completo.
  2. Lea los “términos y condiciones”. Revise cuidadosamente este apartado. Le permitirá ser más precavido con la información o imágenes que distribuya en canales digitales.
  3. Cite correctamente. Si utiliza imágenes de IA, aclare que fueron producidas mediante esta tecnología. No obstante, es preferible utilizar ilustraciones creadas por seres humanos.
  4.  Valore el trabajo humano. La IA no sustituye la creatividad humana.
  5. Consulte a profesionales. Si necesita orientación específica sobre este tema, comuníquese con un especialista que le brinde atención personalizada.

 Conozca las implicaciones del uso de la inteligencia artificial (IA) para crear contenido.  

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IA y derechos de autor: ¿A quién pertenece el contenido que se genera y qué representa para los usuarios?

Conozca las implicaciones del uso de la inteligencia artificial (IA) para crear contenido.

Inteligencia Artificial y derechos de autor

Utilizar las herramientas de IA generativa conlleva a un debate ético sobre los derechos de autor. (Foto Prensa Libre: Freepik)

¿Qué ocurre cuando la Inteligencia Artificial (IA) crea algún texto, ilustración o video? ¿A quién pertenecen estas obras?

En la actualidad, no existe un marco legal concreto que regule el uso de esa herramienta en Guatemala, según Rodrigo Morales, experto en ciberseguridad, y Javier Batres, arquitecto de nube.

La legislación guatemalteca únicamente reconoce como propietarios intelectuales a los seres humanos, lo que provoca una ambigüedad legal en torno a las obras creadas con IA, dice Carlos Galindo, abogado y notario.

Los profesionales entrevistados coinciden en que existe un debate acerca de los derechos de propiedad intelectual relacionados con la IA. Al respecto, Galindo enfatiza que esta se nutre de la información proporcionada por seres humanos y difundida por distintos canales digitales.

¿Cuentan con derechos de autor las obras creadas con IA?

“La ley guatemalteca solo reconoce a la persona física como autor”, comenta Galindo. Por lo tanto, estas obras no cuentan con protección legal, lo que deja a los creadores de contenido sin respaldo jurídico. En países como China y Estados Unidos, ya se reconoce a la IA como autora, según Galindo.

De acuerdo con Batres, cuando la IA comenzó a operar no se inspeccionó la autoría de las imágenes, lo que permitió situaciones como las que emulan el estilo Ghibli y que desataron polémica en torno a los derechos de autor.

Morales agrega que se debe diferenciar la inteligencia humana de la artificial, ya que las personas crean desde cero y a partir de sus propias ideas, mientras que la IA requiere entrenamiento, así que parte de información existente.

Según el especialista en ciberseguridad, los modelos de IA emplean obras que ya existen, utilizando bots que analizan sitios web, extraen información valiosa y la almacenan en su base de datos. “Y todo esto lo hacen sin autorización”, comenta Morales.

“El autor Hayao Miyazaki (de Studio Ghibli) estaba bastante molesto por este tipo de imágenes, porque replicaban su estilo. Eso ha llevado a una discusión enorme sobre qué es un derecho de autor”, indica Batres.

Este profesional también explica que los modelos de IA son entrenados con obras creadas por personas, sin su consentimiento, lo que crea conflictos con la propiedad intelectual, ya que la IA puede emplear estas obras para generar contenido y monetizarlo. Por ello, enfatiza Morales, estos mecanismos desvalorizan el trabajo humano.

Al respecto, Galindo advierte de que se deben estipular medidas legales para el uso de la IA en Guatemala: “Hay que establecer parámetros claros de autoría y titularidad, y que se adapten al marco legal guatemalteco. Que sea un derecho evolutivo, acorde con los alcances tecnológicos a nivel internacional”.

Las distintas plataformas de IA deben utilizarse con ética, leyendo los términos y condiciones de cada una. (Foto Prensa Libre: AFP)
Las distintas plataformas de IA deben utilizarse con ética, leyendo los términos y condiciones de cada una. (Foto Prensa Libre: AFP)

Implicaciones de la IA en el trabajo profesional

Dayring Romero, traductora jurada guatemalteca, señala que la IA ha cambiado los flujos de trabajo mediante la creación de metodologías híbridas en las que se utilizan herramientas de inteligencia artificial para optimizar ciertos procesos.

No obstante, Romero menciona que es imprescindible la verificación humana en el ámbito de la traducción, ya que solo un profesional calificado puede identificar el contexto de una frase o palabra en particular, así como otras competencias propias de la labor realizada por seres humanos.

La profesional aclara que es importante adaptarse a la evolución tecnológica, pero sin dejar de lado la ética profesional: “Eso es parte del compromiso ético. Si veo que vienen nuevas tecnologías, debo preocuparme por desarrollar competencias que me permitan ser un mejor revisor de estos sistemas y aprender a dominarlos”.

Tanto en el campo de la traducción jurada como en otras áreas, es importante la ética y la transparencia en cada proceso, destaca Romero.

¿Hay mecanismos que regulen la IA generativa?

China, Estados Unidos y la Unión Europea son las únicas tres regiones que contemplan con una regulación inicial, según los especialistas consultados.

Al respecto, Morales comenta que existen mecanismos de exclusión, como una directriz internacional creada en el 2019 sobre derechos de autor, que permite a los creadores impedir que los modelos de IA utilicen sus datos. “Sin embargo, se ha comprobado que las entidades de inteligencia artificial no lo respetan”, dice Morales.

El experto menciona que no existen empresas proveedoras de IA sin demandas actuales por derechos de autor relacionadas con las creaciones de esta tecnología, ya que los mecanismos de exclusión no están totalmente definidos.

Pero, Morales indica que Cloudfair, la empresa que maneja el 20 por ciento del alojamiento web a nivel global, utiliza un modelo que bloquea AI crawlers (bots que indexan sitios web y extraen contenido para entrenar modelos de IA) en sus servidores, como una forma de proteger a sus clientes. Esto evidencia algunos esfuerzos por resguardar la información en la web.

La IA cuenta con implicaciones éticas que no se pueden dejar de lado. (Foto Prensa Libre: EFE)
La IA cuenta con implicaciones éticas que no se pueden dejar de lado. (Foto Prensa Libre: EFE)

Generación de imágenes con IA

Batres comenta que las imágenes elaboradas con IA deberían regularse, especialmente cuando se utilizan con fines comerciales. Como ejemplo, menciona que Adobe emplea una IA llamada Firefly, la cual certifica que el modelo ha sido entrenado con imágenes libres y con permisos para su uso.

Firefly genera ciertos componentes que le ahorran tiempo al usuario, pero con la ventaja de que el estilo está autorizado, añade Batres. Esto busca evitar inconvenientes legales al utilizar IA.

“Estados Unidos cuenta con una regulación que indica que lo hecho con inteligencia artificial no es registrable como derecho de autor. Han estado en sintonía con la Unión Europea en el sentido de que todo aquello que se publique debe indicar si tiene o no intervención de IA”, comenta Batres.

Batres y Romero coinciden en que, si se utiliza IA en la creación de un contenido o trabajo profesional, debe aclararse qué porcentaje exacto proviene de esta tecnología.

En cuanto a las investigaciones, Galindo sugiere que, cuando se busque información mediante IA, es importante solicitarle que indique la fuente de la cual extrajo los datos. También se recomienda validar si, efectivamente, esa es la procedencia de la información.

Consejos para la implementación de la IA

  1. Sea transparente. Batres ejemplifica este aspecto con la redacción de una tesis: podemos utilizar IA para organizar ideas, pero no para crear el documento completo.
  2. Lea los “términos y condiciones”. Revise cuidadosamente este apartado. Le permitirá ser más precavido con la información o imágenes que distribuya en canales digitales.
  3. Cite correctamente. Si utiliza imágenes de IA, aclare que fueron producidas mediante esta tecnología. No obstante, es preferible utilizar ilustraciones creadas por seres humanos.
  4.  Valore el trabajo humano. La IA no sustituye la creatividad humana.
  5. Consulte a profesionales. Si necesita orientación específica sobre este tema, comuníquese con un especialista que le brinde atención personalizada.

ESCRITO POR:

María Alejandra Guzmán

María Alejandra Guzmán

Periodista y redactora con experiencia en tendencias digitales relacionadas con arte, cultura, salud, tecnología, bienestar y otras temáticas similares.

 Prensa Libre | Vida 

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