La victoria del progresista Zohran Mamdani en las primarias demócratas de Nueva York, previas a las elecciones municipales de noviembre, ha puesto a muchos al borde de un ataque de nervios. La irrupción en la carrera del que no pocos califican de socialista —una palabra gruesa, difícil de asimilar en la política estadounidense— ha sido un golpe en el tablero y ahora toca recolocar las piezas. Uno de los primeros en mover ficha ha sido el veterano demócrata y exgobernador del Estado Mario Cuomo, derrotado por goleada por Mamdani en junio, quien se presentará en noviembre como independiente o al frente de un tercer partido, Fight and deliver (algo así como Lucha y cumple), según las fuentes. Parece ser el año de la tercera vía en EE UU, tras el anuncio de Elon Musk de lanzar su partido, America Party, y el de Cuomo; un experimento inédito dado lo refractario del sistema político estadounidense a los outsiders.
El exgobernador, derrotado en las primarias demócratas, enarbola el apoyo de empresarios y sindicatos para impedir que el candidato calificado de socialista venza en noviembre
La victoria del progresista Zohran Mamdani en las primarias demócratas de Nueva York, previas a las elecciones municipales de noviembre, ha puesto a muchos al borde de un ataque de nervios. La irrupción en la carrera del que no pocos califican de socialista —una palabra gruesa, difícil de asimilar en la política estadounidense— ha sido un golpe en el tablero y ahora toca recolocar las piezas. Uno de los primeros en mover ficha ha sido el veterano demócrata y exgobernador del Estado Mario Cuomo, derrotado por goleada por Mamdani en junio, quien se presentará en noviembre como independiente o al frente de un tercer partido, Fight and deliver (algo así como Lucha y cumple), según las fuentes. Parece ser el año de la tercera vía en EE UU, tras el anuncio de Elon Musk de lanzar su partido, America Party, y el de Cuomo; un experimento inédito dado lo refractario del sistema político estadounidense a los outsiders.
Las elecciones de noviembre serán pues una revancha entre Mamdani y Cuomo, que regresa a la política tras dimitir en agosto de 2021 como gobernador por varias acusaciones de acoso sexual. “Estoy aquí para ganar”, ha desafiado Cuomo en un vídeo de campaña publicado este lunes, con la mira puesta en el voto de los demócratas centristas y moderados, cuyo favor tendrá que disputarse con el tercer candidato en liza, Eric Adams, el actual alcalde, que concurre como independiente tras su caída en desgracia por un caso de corrupción.
Curtis Sliwa, el candidato republicano, y el verdaderamente independiente Jim Walden también participan en la contienda, aunque con pocas probabilidades de alcanzar la alcaldía: en Nueva York ganan por goleada los votantes demócratas, que son seis por cada republicano registrado. No obstante, la baja participación en las primarias de junio da alas al optimismo de Cuomo, como ha subrayado en el vídeo publicado hoy: “Sólo el 13% de los neoyorquinos votaron en las primarias de junio. Las elecciones son en noviembre y estoy en ellas para ganarlas”, ha dicho. “La lucha por salvar nuestra ciudad no ha terminado”.
La política estadounidense es tan refractaria al pluripartidismo que, pese a confirmar el demócrata que se presenta por la citada plataforma Lucha y cumple, que creó como plan b por si perdía las primarias, los medios insisten en llamarle “candidato independiente”. Tal vez la etiqueta asuste menos que la de socialista que con frecuencia se adscribe a Mamdani, un revulsivo para el Partido Demócrata similar a lo que fue la aparición de Alexandria Ocasio-Cortez en su día. Para Donald Trump, Mamdani no es sólo socialista, sino un peligroso “comunista”.
Las propuestas de Mamdani asustan al poderoso tejido empresarial de la ciudad: iniciativas como la congelación de los alquileres de los pisos de renta estabilizada, la gratuidad de los autobuses urbanos o la aplicación de la llamada L97, una ley que obliga a los grandes edificios a implementar costosas reformas para alcanzar la eficiencia energética, no son bien vistas por muchos, incluidos algunos en su propio partido. Otra propuesta que amenaza con privarle del apoyo de la importante base electoral judía de la ciudad es detener a Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, si pone los pies en Nueva York.
Cuomo, hijo del exgobernador Mario Cuomo, era considerado el favorito en las primarias demócratas y gozaba de amplio reconocimiento por su experiencia en la gestión pública —con sus luces pero también sus sombras, como la polémica gestión de la pandemia en las residencias de ancianos; de hecho, las encuestas le daban holgada ventaja frente a Mamdani. Ante la reválida de noviembre, Cuomo intentará convencer a los votantes de que Nueva York es una ciudad en crisis y de que sus diez años de experiencia como gobernador le convierten en el candidato idóneo para dirigirla con mano firme. Su campaña centrista, con claros guiños a los empresarios, incluye propuestas como la contratación de más policías, hacer el metro más seguro y enfrentarse al presidente Donald Trump y sus amenazas, tales como acabar con la tarificación de la congestión en Manhattan.
Mamdani, todo un revulsivo para un Partido Demócrata desnortado, aún a la búsqueda de un líder tras la derrota electoral de Kamala Harris en noviembre ante Donald Trump, deberá afrontar pues también el aparato demócrata: figuras de peso como el expresidente Bill Clinton y el multimillonario exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg han dado su apoyo a Cuomo, al igual que los principales sindicatos y el sector inmobiliario, contrario obviamente a la promesa de congelar los alquileres de Mamdani. De hecho, hace apenas cinco días, se constituyó en la Gran Manzana un nuevo grupo de empresarios con la intención de recaudar al menos 20 millones de dólares para frenar la carrera de Mamdani. En el vídeo de campaña, Cuomo acusa a su rival progresista de “ofrecer eslóganes ingeniosos pero no soluciones reales” a los problemas de la ciudad, que son muchos.
Hasta el momento, sólo el republicano Sliwa, inasequible a la derrota —se presentó a la alcaldía hace cuatro años—, había reaccionado al órdago de Cuomo. “Andrew Cuomo perdió las primarias y se esconde en los Hamptons”, la acaudalada zona de veraneo de los neoyorquinos ricos, ha dicho en un comunicado el fundador de una “patrulla ciudadana de prevención del crimen” llamada Ángeles Guardianes. “Soy el único candidato nominado por un partido importante, con un historial de 50 años de servicio a los neoyorquinos y un camino real hacia la victoria”, añadió.
La campaña de Mamdani no ha reaccionado al nuevo desafío de Cuomo y en su lugar ha publicado en la red social X el enlace a su aparato de recaudación de fondos en una web. Esta publicación tenía a primera hora de la tarde, hora local, más de 13.000 me gusta, frente a los escasos 400 del vídeo de Cuomo.
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