Si no se llena el barco, no viene: El largo viaje que toma el acero para llegar a Guatemala
La travesía internacional del acero es una carrera de obstáculos con buques detenidos, un puerto congestionado y un proceso logístico que puede tardar hasta medio año.
En 2024, Gauetmala importó 1 millón 273 mil 291 toneladas de hierro en forma de vigas H, rollos de alambrón, láminas, bobinas y otros. (Prensa Libre: Esbin García)
Foto:
Las bodegas, los centros comerciales, las fábricas para la industria y los centros de distribución son estructuras construidas con acero, un tipo de metal que es importado desde Asia y que ingresa por Puerto Quetzal para su uso en la industria de Guatemala.
Erick Quan, gerente general de Metal S. A., indica que el 80% del acero que usan en Aceros Nabla proviene de China. Sin embargo, el trayecto de este material se ha complicado. Es el resultado de una “tormenta perfecta” en la cual hay más demanda de acero y un puerto con espacio reducido.
El viaje del acero inicia con la compra del material; en Asia, se tarda un mes en la producción. En los últimos años, Quan identificó que se ha atrasado un poco en China por la congestión: “serán unos 15 días”. Esto no representa mayor problema; es en la llegada a Guatemala donde el proceso se complica. “El año pasado, la espera de atraque del barco era más o menos tres semanas; subió a cuatro semanas; ahora va por dos meses para que atraque un barco”, indica Quan.
El buque con acero, al llegar a Puerto Quetzal, se encuentra con un muelle comercial de 800 metros de extensión, con dos atracaderos para manipular carga general y dos para carga general sólida/líquida. “Los buques traen todo el acero que usamos en Guatemala, como distribuidores y fabricantes. Entonces, son barcos relativamente grandes que ocupan espacio en el puerto”, explica.
Acumulación de barcos
El gerente de Metal S. A. identifica que “antes venía un barco al mes de acero; ahora está entrando casi un barco semanal, entonces hay mucha acumulación de barcos”. Según estadísticas de la Comisión Portuaria Nacional, en 2022 el país importó 640 mil 525 toneladas de este granel, mientras que en 2023 se registró un total de 1 millón 16 mil 679 toneladas, y en 2024 se contabilizó 1 millón 273 mil 291 toneladas. Este material viene en diferentes formas, como vigas H, rollos de alambrón, láminas, bobinas, entre otros.
Además, en este viaje hay otro factor que Quan suma: los buques solo vienen a Guatemala y el flete se encarece. “Los barcos eran baratos porque pasaban, digamos, a Los Ángeles, México, Guatemala, El Salvador, Colombia, pero ahora es tan tardado que los barcos vienen solo a Guatemala, porque aquí desperdician el mes o dos meses”, explica.
En Guatemala, el acero puede ser descargado directamente al piso o depositado en camiones. “Sucede que hay clientes que lo piden así —en camiones— y no llegan los camiones, entonces atrasan toda la operación. Nosotros, para no atrasar la operación, pedimos que lo boten al piso. Y entonces, con un poco más de tiempo, ya llegan los camiones y lo retiran”, menciona.
Sin embargo, las lluvias pueden complicar el desembarque y afectar la logística. Para no dañar el material, las operaciones se detienen.
Todo este viaje, hasta tener el acero en el piso en Puerto Quetzal, tarda alrededor de seis meses. Por ello, lo que hace Quan es “pedir con tiempo el material, pues todo el mundo está pidiendo cada dos meses material que va a usar ocho meses plazo”.
En cuanto a la competitividad nacional, no hay un impacto, ya que “todos están igual”, pero a nivel regional, Quan indica que “estamos compitiendo contra El Salvador, contra México; ahí nuestro costo sube, porque el flete sube US$10, US$20 por tonelada”.
Cuando hay escasez de acero porque el barco está en medio del Pacífico o en fondeo en Puerto Quetzal, la solución a la que recurre Quan es contactar a otras empresas que usan acero. “El año pasado, entre todos los que traemos acero, nos estábamos llamando: ‘Mirá, ¿vos tenés tal material?, ¿me lo podés prestar?, ¿me lo vendés?, yo tengo un barco esperando’. Hemos estado en comunicación”, recuerda Quan.
Ampliar la capacidad de los muelles y contar con equipo para la descarga de los graneles son dos soluciones que Quan propone para que el viaje del acero sea más ágil al llegar a Puerto Quetzal.
Encuentre más de Guatemala No Se Detiene en nuestros canales de video de Prensa Libre y Guatevisión, un contenido en alianza enfocado en periodismo de soluciones.
La travesía internacional del acero es una carrera de obstáculos con buques detenidos, un puerto congestionado y un proceso logístico que puede tardar hasta medio año.
Si no se llena el barco, no viene: El largo viaje que toma el acero para llegar a Guatemala
La travesía internacional del acero es una carrera de obstáculos con buques detenidos, un puerto congestionado y un proceso logístico que puede tardar hasta medio año.
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En 2024, Gauetmala importó 1 millón 273 mil 291 toneladas de hierro en forma de vigas H, rollos de alambrón, láminas, bobinas y otros. (Prensa Libre: Esbin García)
Las bodegas, los centros comerciales, las fábricas para la industria y los centros de distribución son estructuras construidas con acero, un tipo de metal que es importado desde Asia y que ingresa por Puerto Quetzal para su uso en la industria de Guatemala.
Erick Quan, gerente general de Metal S. A., indica que el 80% del acero que usan en Aceros Nabla proviene de China. Sin embargo, el trayecto de este material se ha complicado. Es el resultado de una «tormenta perfecta» en la cual hay más demanda de acero y un puerto con espacio reducido.
El viaje del acero inicia con la compra del material; en Asia, se tarda un mes en la producción. En los últimos años, Quan identificó que se ha atrasado un poco en China por la congestión: “serán unos 15 días”. Esto no representa mayor problema; es en la llegada a Guatemala donde el proceso se complica. “El año pasado, la espera de atraque del barco era más o menos tres semanas; subió a cuatro semanas; ahora va por dos meses para que atraque un barco”, indica Quan.
El buque con acero, al llegar a Puerto Quetzal, se encuentra con un muelle comercial de 800 metros de extensión, con dos atracaderos para manipular carga general y dos para carga general sólida/líquida. “Los buques traen todo el acero que usamos en Guatemala, como distribuidores y fabricantes. Entonces, son barcos relativamente grandes que ocupan espacio en el puerto”, explica.
Acumulación de barcos
El gerente de Metal S. A. identifica que “antes venía un barco al mes de acero; ahora está entrando casi un barco semanal, entonces hay mucha acumulación de barcos”. Según estadísticas de la Comisión Portuaria Nacional, en 2022 el país importó 640 mil 525 toneladas de este granel, mientras que en 2023 se registró un total de 1 millón 16 mil 679 toneladas, y en 2024 se contabilizó 1 millón 273 mil 291 toneladas. Este material viene en diferentes formas, como vigas H, rollos de alambrón, láminas, bobinas, entre otros.
Además, en este viaje hay otro factor que Quan suma: los buques solo vienen a Guatemala y el flete se encarece. “Los barcos eran baratos porque pasaban, digamos, a Los Ángeles, México, Guatemala, El Salvador, Colombia, pero ahora es tan tardado que los barcos vienen solo a Guatemala, porque aquí desperdician el mes o dos meses”, explica.
En Guatemala, el acero puede ser descargado directamente al piso o depositado en camiones. “Sucede que hay clientes que lo piden así —en camiones— y no llegan los camiones, entonces atrasan toda la operación. Nosotros, para no atrasar la operación, pedimos que lo boten al piso. Y entonces, con un poco más de tiempo, ya llegan los camiones y lo retiran”, menciona.
Sin embargo, las lluvias pueden complicar el desembarque y afectar la logística. Para no dañar el material, las operaciones se detienen.
Todo este viaje, hasta tener el acero en el piso en Puerto Quetzal, tarda alrededor de seis meses. Por ello, lo que hace Quan es “pedir con tiempo el material, pues todo el mundo está pidiendo cada dos meses material que va a usar ocho meses plazo”.
En cuanto a la competitividad nacional, no hay un impacto, ya que “todos están igual”, pero a nivel regional, Quan indica que “estamos compitiendo contra El Salvador, contra México; ahí nuestro costo sube, porque el flete sube US$10, US$20 por tonelada”.
Cuando hay escasez de acero porque el barco está en medio del Pacífico o en fondeo en Puerto Quetzal, la solución a la que recurre Quan es contactar a otras empresas que usan acero. “El año pasado, entre todos los que traemos acero, nos estábamos llamando: ‘Mirá, ¿vos tenés tal material?, ¿me lo podés prestar?, ¿me lo vendés?, yo tengo un barco esperando’. Hemos estado en comunicación”, recuerda Quan.
Ampliar la capacidad de los muelles y contar con equipo para la descarga de los graneles son dos soluciones que Quan propone para que el viaje del acero sea más ágil al llegar a Puerto Quetzal.
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ESCRITO POR:
Ximena Santiago
Periodista en colaboración con Prensa Libre para el proyecto Guatemala No Se Detiene, especializada en Economía
ARCHIVADO EN:
Prensa Libre | Guatemala
