IA: una herramienta crucial en la lucha anticorrupción
La IA es un poderoso aliado para una gestión eficiente, transparente y responsable.

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La Inteligencia Artificial (IA) es una poderosa herramienta que facilita el trabajo, al encargarse de las tareas repetitivas y tediosas. Tiene múltiples aplicaciones, desde el apoyo al médico entregando diagnósticos y tratamientos preliminares hasta escribir códigos de programación. La IA no sustituye al trabajador, sino mejora sus condiciones de trabajo y lo libera para que dedique más tiempo al trabajo creativo, innovador y empático. Durante la primera revolución industrial, el operario Ned Ludd destruyó telares mecanizados en protesta por la pérdida de puestos de trabajo. No seamos nuevos ludistas y apoyémonos en la IA.
La corrupción socava la confianza en las autoridades y desaparece recursos que beneficiarían a la población. En Guatemala, la lucha anticorrupción se basa en denuncias presentadas por individuos en el MP, que luego son investigadas por la Feci, con escasos resultados. Sin embargo, si los registros del gasto público estuviesen digitalizados, actualizados y disponibles, la IA podría revisar y evaluar cada transacción. Para un humano es una labor titánica e imposible de realizar diariamente, mientras que para la IA es una tarea simple y rápida. La IA contribuye a la lucha anticorrupción con la creación de sistemas de monitoreo y auditoría automatizados, de plataformas de transparencia con acceso a la información y reportes de anormalidades detectadas para presentar las denuncias correspondientes.
Guatemala puede aprovechar el potencial de la IA para erradicar la corrupción, transformar sus instituciones a inclusivas y garantizar un futuro equitativo y próspero para todos.
Un paso indispensable para que la IA se convierta en una herramienta crucial en la lucha anticorrupción es la digitalización del presupuesto y de su ejecución. Lo primero se logra mediante la implementación de un sistema integrado de gestión financiera (Sigef) y con la publicación de los datos abiertos del presupuesto. Lo segundo es mediante la factura electrónica obligatoria con datos completos, la digitalización de los procesos de contratación pública y la integración de sistemas de seguimiento y control. Al digitalizar los procesos de licitación, la IA analizará todas las ofertas presentadas, comparándolas con los precios de mercado y detectando si existen patrones de colusión entre las empresas y/o de desviaciones en los precios. Al priorizar la implementación de todo lo anterior, el mismo gobierno promueve y contribuye de manera efectiva a la lucha anticorrupción. Guatemala ha avanzado en varios de los aspectos mencionados, pero su progreso es muy lento. Quizás son los mismos corruptos quienes impiden el avance porque saben que serán perseguidos por las malversaciones realizadas.
Lo importante es que, tanto a nivel de gobierno central como municipal, la IA contribuye a lograr una mejor gestión, permitiendo que el gasto público sea transparente y que atienda las necesidades de la población. Nuevamente, todo inicia con la digitalización, la automatización de los procesos administrativos, el análisis de los datos para la toma de decisiones sin sesgo político o personal y la creación de plataformas de participación ciudadana. La IA es un poderoso aliado para una gestión eficiente, transparente y responsable, detectando incluso sobornos en la autorización de pagos.
Todo lo anterior puede ser una realidad para Guatemala, ya que contamos con jóvenes brillantes y conocedores de la IA. Solo necesitamos juntarlos, capacitarlos, encargarles la labor y guiarlos para lograrlo. No es tarea fácil, ya que la implementación de la IA debe ir acompañada de políticas públicas que garanticen la equidad, la transparencia y la rendición de cuentas. El sistema judicial también debe responder con rapidez, certeza y firmeza ante las denuncias presentadas. Además, es fundamental resolver las posibles implicaciones éticas y sociales de la IA, tales como la privacidad de los datos y la falta de capacitación de los trabajadores. Al abordar todos estos desafíos de manera integral, Guatemala puede aprovechar el potencial de la IA para erradicar la corrupción, transformar sus instituciones a inclusivas y garantizar un futuro equitativo y próspero para todos. Todo manejado con ética y honestidad.
La IA es un poderoso aliado para una gestión eficiente, transparente y responsable.
IA: una herramienta crucial en la lucha anticorrupción
La IA es un poderoso aliado para una gestión eficiente, transparente y responsable.

La Inteligencia Artificial (IA) es una poderosa herramienta que facilita el trabajo, al encargarse de las tareas repetitivas y tediosas. Tiene múltiples aplicaciones, desde el apoyo al médico entregando diagnósticos y tratamientos preliminares hasta escribir códigos de programación. La IA no sustituye al trabajador, sino mejora sus condiciones de trabajo y lo libera para que dedique más tiempo al trabajo creativo, innovador y empático. Durante la primera revolución industrial, el operario Ned Ludd destruyó telares mecanizados en protesta por la pérdida de puestos de trabajo. No seamos nuevos ludistas y apoyémonos en la IA.
La corrupción socava la confianza en las autoridades y desaparece recursos que beneficiarían a la población. En Guatemala, la lucha anticorrupción se basa en denuncias presentadas por individuos en el MP, que luego son investigadas por la Feci, con escasos resultados. Sin embargo, si los registros del gasto público estuviesen digitalizados, actualizados y disponibles, la IA podría revisar y evaluar cada transacción. Para un humano es una labor titánica e imposible de realizar diariamente, mientras que para la IA es una tarea simple y rápida. La IA contribuye a la lucha anticorrupción con la creación de sistemas de monitoreo y auditoría automatizados, de plataformas de transparencia con acceso a la información y reportes de anormalidades detectadas para presentar las denuncias correspondientes.
Guatemala puede aprovechar el potencial de la IA para erradicar la corrupción, transformar sus instituciones a inclusivas y garantizar un futuro equitativo y próspero para todos.
Un paso indispensable para que la IA se convierta en una herramienta crucial en la lucha anticorrupción es la digitalización del presupuesto y de su ejecución. Lo primero se logra mediante la implementación de un sistema integrado de gestión financiera (Sigef) y con la publicación de los datos abiertos del presupuesto. Lo segundo es mediante la factura electrónica obligatoria con datos completos, la digitalización de los procesos de contratación pública y la integración de sistemas de seguimiento y control. Al digitalizar los procesos de licitación, la IA analizará todas las ofertas presentadas, comparándolas con los precios de mercado y detectando si existen patrones de colusión entre las empresas y/o de desviaciones en los precios. Al priorizar la implementación de todo lo anterior, el mismo gobierno promueve y contribuye de manera efectiva a la lucha anticorrupción. Guatemala ha avanzado en varios de los aspectos mencionados, pero su progreso es muy lento. Quizás son los mismos corruptos quienes impiden el avance porque saben que serán perseguidos por las malversaciones realizadas.
Lo importante es que, tanto a nivel de gobierno central como municipal, la IA contribuye a lograr una mejor gestión, permitiendo que el gasto público sea transparente y que atienda las necesidades de la población. Nuevamente, todo inicia con la digitalización, la automatización de los procesos administrativos, el análisis de los datos para la toma de decisiones sin sesgo político o personal y la creación de plataformas de participación ciudadana. La IA es un poderoso aliado para una gestión eficiente, transparente y responsable, detectando incluso sobornos en la autorización de pagos.
Todo lo anterior puede ser una realidad para Guatemala, ya que contamos con jóvenes brillantes y conocedores de la IA. Solo necesitamos juntarlos, capacitarlos, encargarles la labor y guiarlos para lograrlo. No es tarea fácil, ya que la implementación de la IA debe ir acompañada de políticas públicas que garanticen la equidad, la transparencia y la rendición de cuentas. El sistema judicial también debe responder con rapidez, certeza y firmeza ante las denuncias presentadas. Además, es fundamental resolver las posibles implicaciones éticas y sociales de la IA, tales como la privacidad de los datos y la falta de capacitación de los trabajadores. Al abordar todos estos desafíos de manera integral, Guatemala puede aprovechar el potencial de la IA para erradicar la corrupción, transformar sus instituciones a inclusivas y garantizar un futuro equitativo y próspero para todos. Todo manejado con ética y honestidad.
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Prensa Libre | Guatemala