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Crece ingreso por remesas familiares, pero no se está consumiendo todo, en prevención o temor a deportaciones
Expertos indican que el incremento de ingresos por remesas familiares a Guatemala responde al temor de deportaciones desde Estados Unidos. Sin embargo, la mayor parte de esos recursos no se consume ni se ahorra formalmente, por precaución.

Comportamiento para el envío y uso de remesas se basan en el temor y la prevención ante política migratoria restrictiva de Estados Unidos, explican analistas. (Foto, Prensa Libre: Shutterstock).
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Entre las diferentes proyecciones que la Junta Monetaria revisó al alza está el ingreso de remesas familiares para el 2025. Sin embargo, aunque en el país se están recibiendo más remesas, principalmente de los migrantes que viven en Estados Unidos, no precisamente se están dirigiendo todas al consumo o al sistema bancario, según indican autoridades y analistas.
La estimación inicial de las remesas familiares para el cierre del año 2025 fue de un crecimiento en el valor central del 6%, pero ha sido revisada al alza por la Junta Monetaria y se proyecta que cerrará en 9%, según información divulgada por el Banco de Guatemala (Banguat) el 30 de abril último.
Esto representa que la proyección creció en US$645.3 millones, pasando de US$22 mil 801 millones a US$23 mil 450 millones para el cierre del 2025. Para el 2026, se prevé un monto de alrededor de US$24 mil 800 millones, mientras que el 2024 cerró en US$21 mil 510 millones.
Al 24 de abril del 2025 se han recibido US$7 mil 177.6 millones en remesas familiares, lo que representa un 16.7% de crecimiento, informaron las autoridades en conferencia de prensa.
No están consumiendo todo
Consultado acerca del comportamiento del Fondo para la Protección del Ahorro (Fopa), el gerente general del Banguat indicó el 29 de abril que, según las cifras actualizadas a finales de marzo, el patrimonio del fondo ascendía a Q12 mil 117.4 millones, lo cual representa un incremento de Q408 millones durante el año con respecto a diciembre del 2024. Con esto se fortalece el patrimonio del fondo y se refleja que se está en la mejor disposición y disponibilidad de cumplir con su cometido, de conformidad con la Ley de Bancos y Grupos Financieros.
Sin embargo, aclaró que en este momento el sistema financiero está estable, líquido, sano y no se ve ningún riesgo. De sus declaraciones se derivó la consulta de si la liquidez del sistema ha crecido mucho por el aumento de remesas, a lo que el funcionario respondió que aún no se refleja significativamente.
Expuso que, si bien se ha observado un incremento en el flujo de remesas familiares —el cual, hasta el 17 de abril, era de alrededor del 20% interanual—, creen que la mayoría de estas se están enviando a Guatemala por motivo de precaución. Consideran que no se estarían gastando, sino que, básicamente, funcionarían como ahorro por prevención ante el riesgo de que los connacionales que están en el exterior puedan ser regresados al país.
Analistas observan el efecto Trump
Pedro Pablo Solares, analista en temas migratorios, dijo que es innegable que este año el aumento de remesas familiares mayor a lo proyectado se debe principalmente al efecto Trump, “que ha creado terror entre las comunidades indocumentadas”. Añadió que en Estados Unidos existe un estado de incertidumbre acerca del futuro desde enero de 2025, y eso provoca que los excedentes de dinero se envíen a Guatemala, en lugar de invertirse en ese país.
Sin embargo, explicó que, aunque podría esperarse mayor consumo en Guatemala por parte de familiares que administran remesas, ha podido observar que las familias están en un momento de mucha austeridad, debido a esa incertidumbre.
“Se observa mucha precaución; tienen incertidumbre de si mañana habrá trabajo para ellos en Estados Unidos o si, acaso, tendrán que regresar a Guatemala. Eso afecta el consumo, pero también la inversión. Es un momento cuando se puede esperar la contracción económica de las comunidades migrantes”, indicó Solares.
Cita otro punto que considera importante: solo el 9.6% de los receptores de remesas ahorran de manera formal en instituciones bancarias, según la Encuesta sobre Migración y Remesas de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en el 2022. La mayoría del uso de la remesa en Guatemala es fuera de la banca, lo cual representa un reto más para las estrategias que buscan la inclusión financiera en el país, añadió el analista.
Por aparte, Pedro Prado, experto en temas de economía en Asíes, citó que en el 2024 el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó que el comportamiento de ingreso por remesas familiares en Latinoamérica sigue creciendo, pero que la tendencia es que se dé una reducción en el ritmo de las tasas de crecimiento. Sin embargo, Prado dijo que, en los últimos meses, en Guatemala, llama la atención que se han tenido crecimientos récord, lo que podría estar respondiendo en alta medida a la política migratoria restrictiva por parte del gobierno de Estados Unidos.
Prado mencionó que coincide con lo expuesto por autoridades del banco central: los migrantes y sus familias podrían estar guardando sus recursos y ya no consumirlos todo.
“Es un efecto Trump, es el temor de migrantes guatemaltecos en Estados Unidos de ser retornados al país”, agregó.
Comentó que se ven dos comportamientos: uno es el efecto de temor por parte del migrante, que guarda dinero y envía más remesas, y otro, el de prevención de quienes reciben ese dinero, que lo ahorran o no lo están gastando todo, en previsión de un escenario en que sus familiares sean retornados.
Recordó que, en la estructura de ese rubro, la mayor parte va para consumo y muy poco para ahorro, porque ese dinero también ayuda para compras, gastos de salud, educación y construcción de vivienda.
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Además, han existido voces de varios actores sociales que plantean que las remesas se inviertan en proyectos productivos. Otros consideran que el Estado no ha brindado oportunidades de desarrollo a las personas, razón por la cual muchas han tenido que migrar, por lo que no debería decidir en qué se deben gastar las remesas. No obstante, algunos creen que se podrían generar escenarios o proyectos en conjunto con la cooperación internacional, el gobierno y las decisiones del migrante, donde se dé opción a quienes reciben la remesa para participar en proyectos de desarrollo, respetando siempre la decisión de quienes envían y reciben el dinero.
En otros gobiernos se ha dicho que la remesa ha sido un salvavidas o un amortiguador para la economía nacional, pero a costa de la desintegración familiar, la inseguridad o incluso la pérdida de vidas.
Además, las cifras de transferencias tienen historia que contar, pero no necesariamente apuntan al desarrollo integral de las familias, como la aplicación de medidas que coadyuven al desarrollo del país, más fuentes de trabajo —especialmente en el interior de la República— y mejorar los servicios del Estado en salud, educación y otras acciones, añadió Prado.
Expertos indican que el incremento de ingresos por remesas familiares a Guatemala responde al temor de deportaciones desde Estados Unidos. Sin embargo, la mayor parte de esos recursos no se consume ni se ahorra formalmente, por precaución.
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Crece ingreso por remesas familiares, pero no se está consumiendo todo, en prevención o temor a deportaciones
Expertos indican que el incremento de ingresos por remesas familiares a Guatemala responde al temor de deportaciones desde Estados Unidos. Sin embargo, la mayor parte de esos recursos no se consume ni se ahorra formalmente, por precaución.

Comportamiento para el envío y uso de remesas se basan en el temor y la prevención ante política migratoria restrictiva de Estados Unidos, explican analistas. (Foto, Prensa Libre: Shutterstock).
Entre las diferentes proyecciones que la Junta Monetaria revisó al alza está el ingreso de remesas familiares para el 2025. Sin embargo, aunque en el país se están recibiendo más remesas, principalmente de los migrantes que viven en Estados Unidos, no precisamente se están dirigiendo todas al consumo o al sistema bancario, según indican autoridades y analistas.
La estimación inicial de las remesas familiares para el cierre del año 2025 fue de un crecimiento en el valor central del 6%, pero ha sido revisada al alza por la Junta Monetaria y se proyecta que cerrará en 9%, según información divulgada por el Banco de Guatemala (Banguat) el 30 de abril último.
Esto representa que la proyección creció en US$645.3 millones, pasando de US$22 mil 801 millones a US$23 mil 450 millones para el cierre del 2025. Para el 2026, se prevé un monto de alrededor de US$24 mil 800 millones, mientras que el 2024 cerró en US$21 mil 510 millones.
Al 24 de abril del 2025 se han recibido US$7 mil 177.6 millones en remesas familiares, lo que representa un 16.7% de crecimiento, informaron las autoridades en conferencia de prensa.
No están consumiendo todo
Consultado acerca del comportamiento del Fondo para la Protección del Ahorro (Fopa), el gerente general del Banguat indicó el 29 de abril que, según las cifras actualizadas a finales de marzo, el patrimonio del fondo ascendía a Q12 mil 117.4 millones, lo cual representa un incremento de Q408 millones durante el año con respecto a diciembre del 2024. Con esto se fortalece el patrimonio del fondo y se refleja que se está en la mejor disposición y disponibilidad de cumplir con su cometido, de conformidad con la Ley de Bancos y Grupos Financieros.
Sin embargo, aclaró que en este momento el sistema financiero está estable, líquido, sano y no se ve ningún riesgo. De sus declaraciones se derivó la consulta de si la liquidez del sistema ha crecido mucho por el aumento de remesas, a lo que el funcionario respondió que aún no se refleja significativamente.
Expuso que, si bien se ha observado un incremento en el flujo de remesas familiares —el cual, hasta el 17 de abril, era de alrededor del 20% interanual—, creen que la mayoría de estas se están enviando a Guatemala por motivo de precaución. Consideran que no se estarían gastando, sino que, básicamente, funcionarían como ahorro por prevención ante el riesgo de que los connacionales que están en el exterior puedan ser regresados al país.
Analistas observan el efecto Trump
Pedro Pablo Solares, analista en temas migratorios, dijo que es innegable que este año el aumento de remesas familiares mayor a lo proyectado se debe principalmente al efecto Trump, “que ha creado terror entre las comunidades indocumentadas”. Añadió que en Estados Unidos existe un estado de incertidumbre acerca del futuro desde enero de 2025, y eso provoca que los excedentes de dinero se envíen a Guatemala, en lugar de invertirse en ese país.
Sin embargo, explicó que, aunque podría esperarse mayor consumo en Guatemala por parte de familiares que administran remesas, ha podido observar que las familias están en un momento de mucha austeridad, debido a esa incertidumbre.
“Se observa mucha precaución; tienen incertidumbre de si mañana habrá trabajo para ellos en Estados Unidos o si, acaso, tendrán que regresar a Guatemala. Eso afecta el consumo, pero también la inversión. Es un momento cuando se puede esperar la contracción económica de las comunidades migrantes”, indicó Solares.
Cita otro punto que considera importante: solo el 9.6% de los receptores de remesas ahorran de manera formal en instituciones bancarias, según la Encuesta sobre Migración y Remesas de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en el 2022. La mayoría del uso de la remesa en Guatemala es fuera de la banca, lo cual representa un reto más para las estrategias que buscan la inclusión financiera en el país, añadió el analista.
Por aparte, Pedro Prado, experto en temas de economía en Asíes, citó que en el 2024 el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó que el comportamiento de ingreso por remesas familiares en Latinoamérica sigue creciendo, pero que la tendencia es que se dé una reducción en el ritmo de las tasas de crecimiento. Sin embargo, Prado dijo que, en los últimos meses, en Guatemala, llama la atención que se han tenido crecimientos récord, lo que podría estar respondiendo en alta medida a la política migratoria restrictiva por parte del gobierno de Estados Unidos.
Prado mencionó que coincide con lo expuesto por autoridades del banco central: los migrantes y sus familias podrían estar guardando sus recursos y ya no consumirlos todo.
“Es un efecto Trump, es el temor de migrantes guatemaltecos en Estados Unidos de ser retornados al país”, agregó.
Comentó que se ven dos comportamientos: uno es el efecto de temor por parte del migrante, que guarda dinero y envía más remesas, y otro, el de prevención de quienes reciben ese dinero, que lo ahorran o no lo están gastando todo, en previsión de un escenario en que sus familiares sean retornados.
Recordó que, en la estructura de ese rubro, la mayor parte va para consumo y muy poco para ahorro, porque ese dinero también ayuda para compras, gastos de salud, educación y construcción de vivienda.
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Además, han existido voces de varios actores sociales que plantean que las remesas se inviertan en proyectos productivos. Otros consideran que el Estado no ha brindado oportunidades de desarrollo a las personas, razón por la cual muchas han tenido que migrar, por lo que no debería decidir en qué se deben gastar las remesas. No obstante, algunos creen que se podrían generar escenarios o proyectos en conjunto con la cooperación internacional, el gobierno y las decisiones del migrante, donde se dé opción a quienes reciben la remesa para participar en proyectos de desarrollo, respetando siempre la decisión de quienes envían y reciben el dinero.
En otros gobiernos se ha dicho que la remesa ha sido un salvavidas o un amortiguador para la economía nacional, pero a costa de la desintegración familiar, la inseguridad o incluso la pérdida de vidas.
Además, las cifras de transferencias tienen historia que contar, pero no necesariamente apuntan al desarrollo integral de las familias, como la aplicación de medidas que coadyuven al desarrollo del país, más fuentes de trabajo —especialmente en el interior de la República— y mejorar los servicios del Estado en salud, educación y otras acciones, añadió Prado.
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